La agricultura regenerativa desempeña un papel fundamental en la restauración de la salud de los suelos, la optimización del uso y gestión del agua, el fomento de la biodiversidad, la mitigación del impacto del cambio climático y el fortalecimiento de la base económica de los agricultores.

Con el fin de alcanzar estos objetivos, la agricultura regenerativa fomenta las siguientes prácticas agrícolas:

  1. Optimización de la Labranza:

Esta práctica tiene como objetivo reducir (o eliminar) la intensidad de la labranza para mejorar la salud del suelo.

Esto se puede lograr al prevenir la evaporación y las pérdidas de agua, mejorar la infiltración hídrica, reducir la escorrentía y la erosión del suelo, y aumentar la estabilización de la materia orgánica del terreno.

2.   Cultivo intercalado:

Esta práctica consiste en sembrar dos o más cultivos en proximidad. El objetivo más común de los cultivos intercalados es producir un mayor rendimiento en una determinada parcela mediante el uso de recursos que de otro modo no serían utilizados por un solo cultivo.

3.   Cultivos de cobertura:

Práctica que consiste principalmente para frenar la erosión, mejorar la salud del suelo, aumentar la disponibilidad de agua, controlar las malas hierbas, ayudar a controlar plagas y enfermedades, y aumentar la biodiversidad.

4.   Rotación de cultivos:

La rotación de cultivos es una práctica agrícola que implica el cultivo secuencial de diferentes tipos de plantas en una misma parcela. Su objetivo es mejorar la salud del suelo, optimizar la disponibilidad de nutrientes y controlar la presión de plagas y malezas de manera efectiva.

5.   Optimización de insumo agrícolas:

En su mayoría, los sistemas de agricultura regenerativa buscan reciclar nutrientes, carbono y agua dentro del propio sistema agrícola con el fin de minimizar la dependencia de insumos externos, en particular fertilizantes y pesticidas sintéticos. Este enfoque también contribuye a la reducción de posibles efectos negativos en la biodiversidad y la contaminación de suelos y fuentes de agua.

6.  Integración de ganado:

La integración de cultivos y ganadería puede ofrecer beneficios mutuos para ambos sistemas. Por ejemplo, áreas sin cultivo pueden ser aprovechadas para el pastoreo de ganado, lo que contribuye a la incorporación de nutrientes en el suelo. Además, los restos de cosechas pueden servir como alimento para los animales. A su vez, los residuos generados por el ganado pueden ser utilizados como fertilizantes.

La agricultura regenerativa es una solución esencial y visionaria que está transformando la forma en que producimos alimentos al centrarse en la restauración de la salud del suelo, la gestión sostenible del agua, la promoción de la biodiversidad y la reducción de la dependencia de productos químicos. Además de abordar los desafíos ambientales apremiantes, también ofrece oportunidades económicas a agricultores y comunidades rurales. Esta combinación de prácticas agrícolas tradicionales y nuevas innovaciones está construyendo un futuro más resistente y sostenible para todos.

Tomado de: https://www.agro.bayer.co/