Para tener éxito en el mercado con un cultivo es necesario realizar una buena planificación que permita que la producción se convierta en ganancias para el dueño de la plantación, pero se debe tener en cuenta que no es un trabajo sencillo realizar una buena planeación, ya que las condiciones como el clima y las condiciones del mercado influyen en gran manera en los resultados.
- Optimizar el efecto positivo sobre el suelo que dejan determinados cultivos: ciertos cultivos pueden servir para descompactar el suelo y tienen un efecto mejorante sobre otros cultivos. Por ejemplo, está demostrado que el trigo después de un cultivo de colza tiene un rendimiento un 15% superior respecto al trigo.
- Ahorro de fertilizantes: es bien conocido que el uso de leguminosas aporta Nitrógeno en el suelo, que puede ser aprovechado el año siguiente por un cultivo que sea demandante de este nutriente, como por ejemplo el Maíz.
- Ahorro de herbicidas: la combinación entre cultivos de hoja ancha y hoja estrecha permite combinar mejor distintas materias activas para el control de malas hierbas, evitando la aparición de resistencias y el ahorro en herbicidas. Incluso con los cortes en la producción de forrajes podemos llegar a reducir el banco de semillas de adventicias de nuestras parcelas.
- Mejorar la sanidad del cultivo: una buena combinación de rotaciones también minimizará el efecto de plagas de insectos y hongos en nuestros cultivos, además de los efectos alelopáticos del monocultivo.
Recuerda que esta es una guía general y que cada tipo de cultivo puede tener requerimientos específicos. Investiga sobre las necesidades particulares de tus plantas y consulta con expertos locales para obtener información más precisa y adaptada a tu entorno. ¡Buena suerte con tus cultivos!
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