En Colombia solamente se cultivan cafés arábigos, los cuales producen una bebida suave, de mayor aceptación en el mercado mundial y de mejor precio. Sin embargo, con miras a disminuir las importaciones de la industria y diversificar el portafolio cafetero, el país se prepara para sembrar, y llegar a comercializar, el tipo canéfora, más conocido como robusta.
La Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) reveló durante la Cumbre Cafetera en Cartagena los progresos de un proyecto que tiene como objetivo cultivar café robusta en áreas no convencionales para el cultivo de café, como las regiones Caribe, Amazonía, Pacífico y los Valles Interandinos.
Según la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia), a pesar de existir algunos cultivos de café robusta en Colombia, estos carecen de la autorización del Instituto Colombiano Agrícola (ICA). En esta ocasión, se introducen semillas de robusta al país desde Europa, Centroamérica y Suramérica, siendo la primera vez que cuentan con la aprobación de la autoridad sanitaria y fitosanitaria.
La Misión de Estudios para la Competitividad Cafetera recomendó en 2013 evaluar la adaptación de materiales genéticos de café canéfora en Colombia, subrayando la importancia de diversificar el portafolio cafetero sin poner en riesgo la especie de café suave del país. En consecuencia, en 2017, el Gobierno Nacional encomendó a Agrosavia la realización de investigaciones relacionadas con esta nueva especie en Colombia.
Luego de completar las fases de introducción, cuarentena y evaluación de diversos materiales genéticos de café robusta en Colombia, así como identificar las áreas potenciales, Agrosavia está actualmente estableciendo parcelas participativas semicomerciales en las zonas prioritarias con la participación de productores interesados.
Estas parcelas servirán para validar resultados a una escala mayor, cumplir con la normativa del ICA y proporcionar recomendaciones para el manejo agronómico. La entidad destaca la necesidad de financiamiento y el respaldo de actores institucionales y de la cadena del café. Esto permitiría replicar el éxito del café arábigo en las regiones cafeteras tradicionales en áreas no convencionales que buscan alternativas productivas.
Las regiones afectadas por el conflicto, como los Llanos Orientales, el Caribe y el Pacífico, podrían convertirse en principales productoras de aproximadamente 3,2 millones de sacos de café robusta, generando alrededor de US$475 millones en exportaciones, según Asoexport. Con un área potencial de 80,000 hectáreas, que representa aproximadamente el 10% del total de hectáreas de café en el país, este tipo de cultivo podría beneficiar a unas 32,000 fincas cafeteras, cada una con un promedio de 2,5 hectáreas, según Gustavo Moreno, director de Asoexport.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, afirmó que el mercado de la hoja de coca está cambiando, creando oportunidades para reemplazar esos cultivos con café. Además, destacó la posibilidad de reducir las importaciones de café de menor calidad, actualmente cercanas a dos millones de sacos, mediante la consolidación de la producción de variedades robusta o arábica en el país.
El ministro mencionó que los cafeteros en Colombia disponen de dos millones de hectáreas para cultivar café, pero solo 800,000 hectáreas están en producción. Asimismo, expresó el interés en fortalecer las exportaciones de café en verde, destacando la importancia de explorar cómo vender productos con mayor valor agregado o derivados para asegurar que las ganancias beneficien a las familias cafeteras locales en lugar de ir a parar a Estados Unidos o Europa.
El café robusta, caracterizado por su amargor y mayor contenido de cafeína, sirve como materia prima para la producción de productos diversificados como cafés solubles, liofilizados, mezclas 'blends' y cafés canéforas lavados. Paradójicamente, a pesar de que Colombia es conocida por su café, el café tradicional consumido en el país proviene de naciones como Brasil, Vietnam, Perú y Ecuador.
La producción de café en Colombia no satisface la demanda interna, ya que el 95% se exporta debido al mayor valor del grano en los mercados extranjeros. La inflación y la disminución del poder adquisitivo han llevado a que la mayoría de los colombianos prefieran comprar café más económico, como el robusta.
La producción anual de café en Colombia es de 11 a 11.5 millones de sacos de 60 kilos, pero el 92% al 95% se exporta. Esto deja solo entre 500,000 y 600,000 sacos para el consumo interno. La demanda de la industria, tanto nacional como para la exportación, es de 2.5 a 3 millones de sacos. La escasez de materia prima lleva a la necesidad de importaciones, según explicó Moreno.
A pesar de los cuestionamientos sobre la producción de café robusta en Colombia debido a su percepción de baja calidad, Agrosavia argumenta que al cultivarse en zonas de baja altitud no competiría con la caficultura tradicional basada en arábica, sino que se convertiría en una caficultura complementaria. Además, Rosa María Cordero de Nestlé Colombia Café señala que es necesario desmitificar el robusta, ya que existen cafés de este tipo de buena calidad, y su uso puede ofrecer oportunidades adicionales de negocio, especialmente para lograr la intensidad y equilibrio deseados, como en el caso de un ristretto italiano.
David Argumedo, gerente general de Tostacafé, señala que al comparar las muestras de robusta obtenidas en las pruebas de Colombia con las de Brasil, se observa una mayor calidad en las muestras colombianas. Además, destaca que, al igual que con el arábigo, Brasil produce café robusta, pero él considera que la calidad del robusta colombiano es superior.
Germán Bahamón, presidente de Fedecafé, destaca la importancia de preservar la calidad del café como atributo diferenciador en el mercado. Aunque está abierto a explorar nuevas oportunidades, subraya la necesidad de abordar la producción de café robusta de manera responsable, con inversiones en capital e infraestructura en terrenos bajos, mecanización y aspirando a productividades comparables a las de Brasil.
Según la Organización Internacional del Café (OIC), los principales productores de robusta son Vietnam, Brasil, Indonesia, Uganda e India. La alta producción de esta variedad se debe a su uso en café instantáneo y en mezclas de café de calidad comercial.
Tomado de: https://www.elcolombiano.com/