Camila Fabiana Limachi Tarifa, Jose Manuel Pacasi Ticona, Jhoselin Usnayo Masco, Jheny Gonzales Pintones, Adriana Kelly Condori Pardo, Jacqueline Vanesa Machaca Mamani y Marco Antonio Patiño Fernández llevaron a cabo una investigación en la Universidad Mayor de San Andrés en Bolivia. Su estudio concluyó que el cambio climático está asociado con el surgimiento de enfermedades en el ganado bovino.

El cambio climático afecta la conservación de la biodiversidad, el equilibrio ecológico y la salud de los animales. Según los investigadores, esto se relaciona con la reducción del hábitat, alimentos y agua de calidad, además de la reaparición de enfermedades infecciosas transmitidas por vectores climáticamente sensibles.

Según expertos, se ha comprobado que el cambio climático impacta la biología y ecología de los mosquitos portadores de enfermedades. Las condiciones climáticas, como la temperatura, la lluvia y la humedad, influyen en diversos aspectos de su ciclo de vida, incluyendo la duración de la fase larval, la actividad de los adultos, la capacidad de las hembras para localizar personas o animales, las picaduras y la supervivencia de los insectos adultos, resaltan los profesionales.

Esto va de la mano con las afirmaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en las que se asegura que las enfermedades transmitidas por vectores representan más del 17% de todas las enfermedades infecciosas y causan más de un millón de muertes cada año.

En los últimos años, el aumento en las enfermedades transmitidas por vectores ha ganado atención a nivel mundial, en gran parte debido a cambios significativos en la temperatura global, especialmente en ciertas regiones. Ejemplos notables incluyen arbovirus como el del Nilo Occidental, la lengua azul y Schmallenberg, que afectan tanto a la salud pública humana como a la veterinaria. Además, existen enfermedades vinculadas a inundaciones y aguas estancadas, como la leptospirosis, el ántrax, la criptosporidiosis y la fascioliasis, entre otras.

Por ello, para prevenir o reducir la incidencia de todas estas enfermedades, es esencial que los productores implementen un enfoque integral que incluya la eliminación o manejo de reservorios de agua, el control biológico de larvas, el control químico de adultos, el uso de repelentes y el tratamiento médico.

En este contexto, el papel de los veterinarios es crucial para identificar, tratar y proporcionar información, especialmente en casos de enfermedades zoonóticas. La decisión de no abordar las enfermedades vinculadas al cambio climático no solo amenaza la salud pública, sino que también puede tener repercusiones económicas en múltiples países.

Tomado de: https://www.contextoganadero.com/