En el esfuerzo por hacer de Colombia un país competitivo en este mercado se ha optado por procesos con un alto grado de tecnificación.

Según estadísticas de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), la superficie destinada al cultivo de maíz tradicional ha disminuido a 300,000 hectáreas, después de alcanzar su punto máximo en 1990 con 700,000 hectáreas. Mientras tanto, la superficie dedicada al maíz tecnificado ha alcanzado las 40,000 hectáreas para este año, registrando un crecimiento constante desde 1975.

La producción de cereales como el frijol y tubérculos como la yuca, alimentos básicos en la región, ha experimentado un comportamiento similar. Un cultivo tecnificado implica el uso de técnicas modernas como invernaderos, sistemas de riego por goteo, variedades genéticamente modificadas y dispositivos electrónicos de medición, entre otros.

Henry Vanegas, gerente general de Fenalce, lamenta que cultivos históricamente estables en cuanto al área sembrada desde principios de siglo se vean afectados por la baja de precios en el mercado internacional. Colombia tiene una participación casi nula en el mercado de estos productos, ya que la mayoría de lo producido se destina al consumo interno. Por ejemplo, en el caso del maíz, aproximadamente el 75% del consumo proviene del exterior.

“Los comerciantes se ven tentados a importar porque afuera el producto es barato entonces se genera una sobreoferta que perjudica al sector. Pero defendemos la actividad agrícola como rentable y competitiva, vemos un futuro próspero y por ello estamos empeñados en lograr mayor productividad”, concluyó Vanegas.

Tomado de: https://www.agronegocios.co/