Colombia está dando pasos significativos en la planificación de sistemas alimentarios, pero necesita implementar sus planes para convertirse en un líder mundial. La degradación de la tierra afecta a 3.200 millones de personas, es decir, al 40% de la población mundial, impactando desproporcionadamente a las comunidades rurales, los pequeños agricultores y las poblaciones con menos recursos económicos.
Los ecosistemas del mundo están en peligro debido a los modelos insostenibles de producción y consumo, que están provocando la triple crisis planetaria de cambio climático, pérdida de naturaleza y biodiversidad, y contaminación y desechos. Más de una quinta parte de la superficie terrestre del planeta, unos 2.000 millones de hectáreas, está degradada.
La naturaleza provee a los seres humanos de bienes y servicios esenciales, desde agua, alimentos, madera y biocombustibles hasta medicinas, además de servicios ecosistémicos cruciales que sostienen la vida en la Tierra. Las investigaciones indican que aproximadamente el 55% del PIB mundial total, que asciende a cerca de 58 billones de dólares, depende de manera moderada o alta de la naturaleza y sus servicios ecosistémicos.
Colombia tiene la oportunidad de liderar en la planificación de sistemas alimentarios. Sin embargo, para lograrlo, necesita poner en práctica sus planes y estrategias. Con la implementación efectiva de sus planes, Colombia tiene el potencial de convertirse en un líder mundial en la planificación de sistemas alimentarios y hacer una diferencia significativa en la vida de muchas personas y en la economía global.
La degradación de la tierra afecta a 3.200 millones de personas, es decir, al 40% de la población mundial, impactando desproporcionadamente a las comunidades rurales, los pequeños agricultores y las poblaciones con menos recursos económicos. Los ecosistemas del mundo están en peligro. Los modelos insostenibles de producción y consumo están provocando la triple crisis planetaria de cambio climático, pérdida de naturaleza y biodiversidad, y contaminación y desechos.
Más de una quinta parte de la superficie terrestre del planeta, unos 2.000 millones de hectáreas, está degradada. La naturaleza provee a los seres humanos de bienes y servicios esenciales —desde agua, alimentos, madera y biocombustibles hasta medicinas— además de servicios ecosistémicos cruciales que sostienen la vida en la Tierra.
Las investigaciones indican que aproximadamente el 55% del PIB mundial total, que asciende a cerca de 58 billones de dólares, depende de manera moderada o alta de la naturaleza y sus servicios ecosistémicos. Hoy en día, la degradación de la tierra afecta a 3.200 millones de personas, es decir, al 40% de la población mundial, impactando desproporcionadamente a quienes están menos preparados para enfrentarla: las comunidades rurales, los pequeños agricultores y poblaciones con menos recursos económicos.
En resumen, Colombia tiene la oportunidad de liderar en la planificación de sistemas alimentarios. Sin embargo, para lograrlo, necesita poner en práctica sus planes y estrategias. Con la implementación efectiva de sus planes, Colombia tiene el potencial de convertirse en un líder mundial en la planificación de sistemas alimentarios y hacer una diferencia significativa en la vida de muchas personas y en la economía global.
Tomado de: eltiempo.com
Editado por: Croper