Colombia podría desarrollar una nueva generación de bioinsumos a base de hongos

El resultado de una investigación realizada para un grado de maestría podría dar un peculiar impulso a la industria colombiana de bioinsumos. Se trata del trabajo de Jennifer Lorena García Riaño, profesional de apoyo del Centro de Investigación Tibaitatá de Agrosavia, en el desarrollo de su Maestría en Ciencias-Química de la Universidad Nacional de Colombia. Este fue reconocido como tesis laureada gracias al enorme aporte que significa para el futuro de los bioinsumos a base de hongos entomopatógenos.

En su investigación logró establecer las condiciones para inducir la producción en fermentación líquida, de una estructura fúngica de resistencia, denominada microesclerocio, que podría contribuir a superar las actuales limitaciones de los bioinsumos fúngicos.

De acuerdo con información de Agrosavia, los resultados de esta investigación relacionados con la producción y uso de microesclerocios, abren la puerta al desarrollo de una nueva generación de bioinsumos a base de hongos en Colombia.

Estos productos a base de microesclerocios podrían ser más económicos debido al cambio en el tipo de fermentación de sólida a líquida, pero sobre todo por ser más estables en almacenamiento, más persistentes en el campo y más eficaces para el control de plagas, al poder funcionar como sistemas de liberación sostenida de propágulos infectivos (conidios) en el campo.

Es por eso que, Agrosavia resalta que los aportes de esta investigación son de gran valor para la industria productora de bioinsumos en Colombia y para los agricultores, quienes podrán contar en el futuro con nuevos bioinsumos más eficientes.

La mayoría de los bioinsumos a base de hongos entomopatógenos utilizan conidios como principio activo, los cuales son estructuras de reproducción asexual y forma infectiva de los hongos entomopatógenos; en nuestra tesis, propusimos utilizar como estructura alternativa los microesclerocios, que son estructuras mucho más resistentes que los conidios con capacidad de producir conidios de forma sostenida«, indica la investigadora.

Caracterización y actividad insecticida

El título de la tesis de grado es Estudio de los microesclerocios formados por el hongo entomopatógeno Metarhizium robertsii Mt004: Producción, caracterización y actividad insecticida, y buscó establecer las condiciones para inducir de manera artificial, la formación de “microesclerocios» de una cepa colombiana del hongo entomopatógeno Metarhizium robertsii.

Vale destacar que, los microesclerocios son estructuras fúngicas de resistencia que, bajo condiciones adecuadas, son capaces de producir conidios e infectar insectos plaga.

«La mayoría de los bioinsumos a base de hongos entomopatógenos utilizan conidios como principio activo, los cuales son estructuras de reproducción asexual y forma infectiva de los hongos entomopatógenos; en nuestra tesis, propusimos utilizar como estructura alternativa los microesclerocios, que son estructuras mucho más resistentes que los conidios con capacidad de producir conidios de forma sostenida«, destaca García Riaño.

Los microesclerocios no son producidos de forma natural por esta especie fúngica, así que se requieren condiciones de estrés muy específicas para su inducción.  Los microesclerocios de M. robertsii demostraron ser altamente resistentes a condiciones de estrés abiótico como la temperatura y la luz ultravioleta, lo que podría asegurar una alta persistencia en campo. Además, los microesclerocios fueron capaces de producir conidios altamente infectivos, que no difirieron en virulencia cuando fueron comparados con conidios producidos en fermentación sólida.

Según la investigadora, “los resultados de esta tesis permitieron concluir que los microesclerocios de M. robertsii producidos en fermentación líquida son propágulos fúngicos robustos y estables, que cuando se encuentran en condiciones adecuadas de humedad son capaces de germinar y producir millones de conidios infectivos».

Así mismo destaca que, en su investigación lograron demostrar que, durante la formación de los microesclerocios, el hongo produce alrededor de 26 metabolitos reconocidos por su potencial actividad insecticida, la cual fue demostrada al evaluar el caldo de cultivo en bioensayos de laboratorio. «Teniendo en cuenta que la producción de los microesclerocios de M. robertsii y sus metabolitos en fermentación líquida es un proceso sencillo, escalable, replicable y de fácil control, se podría concluir que esta tecnología sería ideal para el futuro desarrollo de una nueva generación de bioplaguicidas con mayor eficacia y factibilidad técnica y económica«, puntualiza.

Tomado de: Red Agrícola