La crisis económica mundial debido al impacto de la pandemia por el Covid 19 tiene un número de ejemplos significativos para mostrar los desastres ocasionados en muchos sectores, y aunque el sector agro es uno de los que se ha mantenido estable, el consumo de proteína animal esta viendo un impacto negativo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reportó que este año el consumo de carne per cápita ha tenido su mayor caída en 20 años. Según el organismo, esta baja es de un 3% en el comparativo 2019-2020 y representa la reducción más grande al menos desde el año 2000.

La agencia de las Naciones Unidas reportó que el descenso en el consumo de la proteína está relacionado con las dificultades económicas traídas por el covid-19, sumadas a las trabas logísticas como las restricciones de transporte y una radical disminución de la demanda del sector de restaurantes, debido al confinamiento mundial.

Se pronostica que la producción mundial total de carne en 2020 caerá a 333 millones de toneladas (equivalente en peso en canal), 1,7 por ciento más bajo que en 2019, marcando el segundo año consecutivo de disminución.

En el informe de la FAO se proyecta que gran parte de esta contracción afecte también con una fuerte caída a la producción mundial de carne de cerdo, concentrada principalmente en los países asiáticos afectados por la Enfermedad viral de la peste porcina africana (PPA). Este declive afectaría también a los bovinos.

Para Colombia, la Federación Nacional de Ganaderos proyecta que los consumidores sustituirán parcialmente la carne, que se encuentra entre las fuentes de proteínas más caras, con opciones más económicas como los cereales o el pollo.

Frente a la carne de res, pollo cerdo y pescado, el consumo per cápita de los colombianos cerrará el 2020 sin tasa de crecimiento. Esto es algo atípico si se tiene en cuenta que desde 2011, casi todas las proteínas registraron un aumento anual de la demanda.

El impacto más fuerte se ve en la carne de res. Según la Federación de Ganaderos de Colombia, Fedegan, el 2019 cerró con un consumo de 18,6 kilogramos per cápita; es importante tener en cuenta que, durante el pico de la pandemia, familias tuvieron que pasarse a otros productos, lo que significó menos carne y más de otros alimentos, por lo que se espera que baje a 17,1 kilos.

De hecho, esto se notó en encuestas como la de Pulso Social, en la que se detalló que una cuarta parte de los hogares colombianos pasaron de tres, a dos comidas diarias. Según el Dane, 77 por ciento de las familias mantenía una dinámica de consumo normal, pero 23% pasó de ese indicador de tres a dos, y el otro 10% solo tenía dinero para comer una vez.

Del lado del pollo, la crisis para el sector se vio con más fuerza en los primeros meses de la cuarentena general, pues se trata de un producto cuya demanda depende de los restaurantes o los tradicionales asaderos.

Aún con estos problemas la producción creció, pero será un año en el que para pollo no habrá crecimiento en el consumo, manteniéndose en línea de 35,6 kg. En cuanto a la carne de cerdo, el año pasado estaba en un consumo promedio de 11,2 kg y algunas empresas del sector la proyectan en 11 kilogramos. Principio del formulario

Mientras el consumo de carne está bajando, en algunos países como Estados Unidos la demanda por productos basados en plantas ha incrementado un 53%, según informe reciente del The New York Times.

Fuente: Agronegocios
Editado por: croper.com