Ecosistema en acción: Gusanos nativos de Tumaco salvando la palma de aceite
Utilizando hígado de pollo, aceite de maíz y un agar nutritivo, en tan solo 8 días, a través de un cultivo de laboratorio, se logró incrementar significativamente la población de nemátodos entomopatógenos, unos microorganismos diminutos que incluyen los gusanitos autóctonos de Tumaco. Estos nemátodos son la solución ideal para combatir algunas de las plagas más devastadoras de la palma de aceite, como el barrenador de la raíz y el picudo negro.
Lo que ha convertido a los nemátodos en aliados estratégicos en la lucha contra las plagas es su capacidad de llevar bacterias desde una edad temprana. De esta manera, bacterias y gusanos colaboran en un esfuerzo conjunto para atacar e infectar a los insectos, provocando su muerte en un período de 24 a 48 horas.
Los microorganismos más prometedores pertenecen a dos familias: Steinernematidae y Heterorhabditidae, y a esta última se asocian bacterias del género Photorhabdus.
En Colombia, la producción de aceite de palma enfrenta graves amenazas, como la polilla Sagalassa valida, la mariposa Eupalamides guyanensis, el escarabajo Strategus aloeus, el picudo negro Rhynchophorus palmarum y el saltahojas Haplaxius crudus. Carlos Andrés Moreno Salguero, magíster en Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), propone combatir estas plagas mediante el uso de nemátodos autóctonos de Tumaco.
Proliferaron en laboratorio.
“Aunque existe evidencia de que los nemátodos son muy prometedores para controlar estas plagas, no hay suficientes de ellos disponibles, por lo que hacerlo de manera tradicional es costoso; por eso mi propuesta es cultivarlos en menor tiempo, en líquido, usando máquinas especiales llamadas biorreactores", explica el investigador.
Se colectaron microorganismos en plantaciones de palma de aceite en Tumaco afectadas por el picudo negro y la polilla Sagalassa valida. Luego, se multiplicaron in vitro utilizando dos tipos de medios de cultivo sólidos: el agar nutritivo-hígado (ANH), preparado con ingredientes como hígado de pollo, aceite de maíz y agar nutritivo, y el agar nutritivo yema de huevo (ANY), que incluye yema de huevo deshidratada, extracto de levadura, aceite de maíz, agar nutritivo y sal.
Las bacterias se pusieron en cajas Petri y se dejaron crecer por 48 horas; luego se añadieron los gusanos jóvenes, llamados “juveniles infectivos".
“Esta práctica de incubar las bacterias antes de agregar los nematodos o los huevos forma parte del proceso experimental y es lo que permite el crecimiento y desarrollo de los nematodos en el medio de cultivo", anota el investigador.
El método ANH demostró la mayor capacidad de reproducción de los nematodos. Durante dos generaciones de siete días cada una, su población aumentó en 100 veces. El investigador realizó cinco cultivos consecutivos utilizando juveniles infectivos de cultivos anteriores. Aunque la tasa de multiplicación disminuyó con el tiempo, los nematodos siguieron siendo efectivos para infectar larvas de la polilla G. mellonella.
Para los cultivos líquidos se utilizaron los mismos ingredientes de los cultivos sólidos, excepto el agar nutritivo. El medio compuesto de yema de huevo –en los recipientes de 7 cm × 4,5 cm y 180 rpm– permitió obtener un rendimiento de 17.800 jóvenes infectivos por ml en 25 días.
Para el escalado, se empleó un fermentador de 1,3 litros con un volumen de trabajo efectivo de 0,9 litros. Se evaluó cómo la agitación y la aireación influyen en el desarrollo del complejo nematodo-bacterias. El estudio reveló que utilizando un medio de cultivo sólido basado en hígado de pollo, se logró una alta producción de nematodos en tan solo 8 días, y que estos resultaron efectivos en la eliminación de larvas de G. mellonella.
Tomado de: https://agenciadenoticias.unal.edu.co/