Hace unos días la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó de la inminente llegada del fenómeno de El Niño, que vendría acompañado de “un grave aumento de la temperatura global en los próximos dos años", según explicó Wilfran Mufuma, director del departamento de servicios de predicción del organismo.

Se trata de un fenómeno climático que hace parte de los ciclos naturales del planeta, pero que, debido al cambio climático, cada vez se hace más extremo, según sostienen los expertos. Se caracteriza por cambios en el clima de varias regiones del mundo, y en Colombia particularmente por una reducción importante en las lluvias, lo que implica más temporadas secas y de altas temperaturas.

Pero, si la llegada de El Niño es casi segura, ¿ya estamos viviendo el fenómeno? ¿Las altas temperaturas en Bogotá, por ejemplo, son muestra de ello? ¿O cuándo se dará su llegada?

De momento, organizaciones como el Ideam y la misma OMM descartan que el fenómeno de El Niño ya esté activo, por lo que los días secos en Bogotá y otras regiones del país se deben a otro fenómeno.

Lo que sí se sabe es que, de acuerdo con el informe de la organización internacional, hay una probabilidad del 60 por ciento de que las condiciones neutras que hoy se ven de este fenómeno climático en el Pacífico, evolucionen y se instaure un episodio de El Niño durante los meses de mayo a julio de 2023. Un porcentaje que aumenta hasta el 70 por ciento para el período de junio a agosto y hasta el 80 por ciento para el período de julio a septiembre.

Así las cosas, y de acuerdo con Emel Vega, profesor de Posgrado de Meteorología de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), esto quiere decir que el fenómeno de El Niño ya está en gestación y comenzaremos a sentir sus efectos a partir del mes de agosto sobre el norte de Suramérica.

¿Qué es el fenómeno de El Niño?

En realidad no es un fenómeno inusual, sino una oscilación climática que tiene dos contrapartes: El Niño y La Niña. En ambos casos se trata de los máximos y mínimos de la oscilación térmica en las aguas del océano Pacífico Sur.

En este cuerpo oceánico hay periodos de baja temperatura (conocido como La Niña) y de alta temperatura (El Niño), así como también presenta periodos “neutrales”, como está actualmente.

Al subir la temperatura del océano, también se presentan alteraciones térmicas en la atmósfera. De esta forma, El Niño se asocia con sequías y altas temperaturas en la zona ecuatorial, la Amazonia y el norte del Ecuador. Contrariamente, en el syr de nuestro continente, se asocia con más lluvias.

¿Colombia está preparada?

Ante la llegada de un nuevo episodio de El Niño para el segundo semestre de este año, anunciada por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible explican las medidas que se están tomando para preparar al país.

De acuerdo con la cartera, se están activando diferentes instancias en las que, desde el sector ambiente, se pueden generar acciones de prevención antes de la ocurrencia del fenómeno de El Niño.

Por ejemplo, en el Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD), desde la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) se están alistando protocolos y procedimientos para atender la ocurrencia del fenómeno, principalmente a través de estrategias de comunicación.

Por su parte, desde la Comisión Técnica Nacional Intersectorial para la Salud Ambiental (Conasa), coordinada por el Ministerio de Salud, se enfocan esfuerzos para hacer prevención frente a la calidad del aire, y desde el Consejo Nacional del Agua, esperan hacer prevención de los efectos que puede tener el evento climático sobre el recurso hídrico y apoyar al apoyo al SNGRD para abordar los efectos que tenga el fenómeno sobre el clima.

Entre los efectos que se prevén que puede tener un fenómeno de El Niño en el país también se encuentra el aumento de los incendios forestales por cuenta de las condiciones secas. Para hacer frente a esta problemática, en el país también existe la Comisión Técnica Nacional Asesora para Incendios Forestales (CTNAIF), una instancia permanente desde la que se propone y se hace seguimiento a las políticas y actividades encaminadas a la prevención, respuesta y recuperación.

Tomado de: El Tiempo