Innovación en Empaques de Alimentos: Limoncillo y Biopolímeros
En un esfuerzo por reducir la dependencia de los plásticos petroquímicos, que son ampliamente utilizados para empacar alimentos debido a su bajo costo, facilidad de producción y durabilidad, pero que pueden tardar cientos e incluso miles de años en degradarse, los investigadores de la Universidad Nacional de Colombia están trabajando en el desarrollo de empaques biodegradables.
Biopolímeros y Microcelulosa Acetilada
Los investigadores han creado dos tipos de empaques biodegradables. Uno es flexible y puede utilizarse para productos como golosinas y cereales, y el otro es más rígido, diseñado para conservar alimentos altamente perecederos como fresas, uchuvas y tomates.
Estos empaques están hechos de biopolímeros poli (3-hidroxibutirato-co-3-hidroxivalerato) (PHBV) y el poliácido láctico (PLA), que no solo se descomponen más rápido que los plásticos convencionales, sino que además se pueden producir a partir de recursos renovables y biomasa residual del cacao como el mucílago o la cáscara.
Para reforzar la estructura de los empaques y mejorar la compatibilidad entre los biopolímeros PHBV y PLA, se incorporó microcelulosa acetilada, un aditivo natural derivado de la celulosa vegetal. Este compuesto no solo brinda mayor resistencia mecánica, sino que también reduce la permeabilidad al vapor de agua, una característica clave para prolongar la vida útil de los productos envasados.
Aceite Esencial de Limoncillo
Un elemento diferenciador en los empaques rígidos es la incorporación del aceite esencial de limoncillo. Este ingrediente natural posee propiedades antimicrobianas, lo que resulta vital para el almacenamiento de frutas y verduras frescas, alimentos frecuentemente afectados por el hongo Botrytis cinerea, causante de la podredumbre gris.
Resultados de las Pruebas
El empaque flexible basado en PHBV y PLA se sometió a pruebas de almacenamiento de alimentos utilizando chocolate, y se encontró que la película desarrollada mantuvo las características sensoriales originales de este producto durante los seis meses del estudio. Esto es crucial, ya que el chocolate tiende a absorber olores ambientales que pueden alterar su calidad.
En resumen, estos avances en la creación de empaques biodegradables representan un paso significativo hacia la reducción de la dependencia de los plásticos petroquímicos, contribuyendo a la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.
Tomado de: agronegocios.co
Editado por: Croper