De acuerdo a los informes recientes de las Evaluaciones Agropecuarias Municipales (EVA) llevadas a cabo por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria, durante el primer semestre de 2023 se han cultivado ligeramente más de 1,27 millones de hectáreas de cultivos temporales, lo que representa un aumento del 6% en comparación con el mismo período del año anterior.
Del total, los cereales son el grupo de estos cultivos con mayor área sembrada durante los primeros seis meses, con 58% del área, seguido de las raíces y tubérculos, que representaron 24%.
En cuanto a la extensión de cultivos, se observó un notable crecimiento en la siembra de soya (86,7%), arroz (7%) y papa (4,8%) en comparación con el primer semestre de 2022. Esto contribuyó al aumento del 0,8% en la producción local, impulsado en gran medida por un incremento del 10,8% en la producción de hortalizas. Esta mejora en la producción de hortalizas también influyó en un aumento del rendimiento por hectárea, que subió un 6,3%.
Según Claudia Liliana Cortés, directora de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria, el fuerte aumento en la siembra de soya se ha venido observando desde 2021, particularmente en la región de los llanos orientales. Este incremento se ha debido a los precios internacionales favorables y la alta demanda, lo que ha motivado a más productores a cultivar soya, incluso en áreas de piedemonte.
La funcionaria también destacó que desde la perspectiva técnica, la Upra recomienda la rotación de cultivos, como la soya junto con arroz o maíz, en consideración de las condiciones del suelo. Explicó que el incremento en la superficie dedicada al cultivo de arroz se atribuye a los favorables precios internacionales que estimularon las siembras, además de la coyuntura climática en Perú y Ecuador, donde importantes áreas de producción se inundaron.
En cuanto a las reducciones en la siembra, la Upra informó que los cultivos de arveja y fríjol experimentaron las mayores disminuciones, con un 6,3% y un 3,9%, respectivamente. El grupo de las leguminosas sufrió la caída más significativa, con un descenso del 4,3%, mientras que las siembras de raíces y tubérculos, así como las de hortalizas, aumentaron en un 3,6% y un 2,6%, respectivamente.
“Los eventos climáticos afectaron diferentes zonas del Bajo Cauca y la Costa Norte, disminuyeron la productividad. En términos de rendimientos, se evidencian mejores productividades para el maíz, dado el mayor aporte del cultivo tecnificado que del tradicional, lo cual favoreció incrementos significativos en la producción, mientras que en el cultivo de arroz los rendimientos registraron una caída del 1,1%, por la menor incidencia del arroz riego”, dijo Cortés.
Claudia Liliana Cortés explicó que la producción de hortalizas ha experimentado un notable aumento, con mejores rendimientos a pesar de los altos costos de producción y desafíos climáticos. Destacó que cultivos como la cebolla de bulbo y la ahuyama han mostrado un crecimiento en la producción del 28,5% y 15,4%, respectivamente, debido a incrementos tanto en áreas cultivadas como en la productividad.
Por otro lado, las reducciones en las siembras de maíz, fríjol y arveja se deben a los elevados costos de producción. En el caso del maíz, algunos productores han optado por cultivar soya en lugar de maíz, lo que ha llevado a una disminución, principalmente en el sistema tradicional.
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