El plan sanitario durante el periodo de lactancia de los animales es importante para evitar a futuro enfermedades que repercutan en el normal desempeño de la producción.

Un plan sanitario completo, adaptado a las necesidades específicas de la finca y en conformidad con la normativa del ICA, respaldado por el criterio profesional de un médico veterinario, garantiza un estatus sanitario adecuado de la producción.

Así lo indicó Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero, elaborado por Fedegán, donde señaló que el sistema inmunológico del recién nacido no está preparado aun para responder a las múltiples enfermedades que lo pueden afectar, por eso, un adecuado manejo de prevención y un ambiente sano, son la mejor garantía para su salud.

Un plan sanitario adecuado disminuye los costos relacionados con tratamientos, medicamentos y manejo en corrales de enfermería, además de reducir las pérdidas de producción. Esto, a su vez, mejora la rentabilidad para el ganadero.

En Colombia, debido a su diversidad de climas y ecosistemas, no es posible establecer un plan sanitario general y uniforme aplicable a todos los predios ganaderos. Por lo tanto, es crucial comprender en detalle la finca, la zona, los animales y el sistema productivo para desarrollar un plan preventivo adecuado y efectivo.

En la vacunación está la clave

La vacunación es otro aspecto importante a tener en cuenta en los planes sanitarios de los animales de cría. Pasado el primer mes de edad el animal cuenta con un sistema inmunológico que le permite reaccionar a las vacunaciones de muchas de las enfermedades que lo pueden afectar tanto de joven como de adulto.

En explotaciones de cría tipo carne, es muy frecuente aprovechar los ciclos de vacunación de aftosa para trabajar el ganado y aplicar purgas y otras vacunaciones, sin embargo, no es lo más aconsejable pues la respuesta a cada biológico no será la mejor, señaló Arenas.

Hacia el tercer mes de edad se aplica, generalmente, la vacuna triple bovina que está indicada para la prevención de carbono sintomático, edema maligno, y pasteurelosis, cuyo refuerzo debe hacerse a los 21 días de aplicada la primera dosis.

Entre los seis y nueve meses de edad a las hembras se les debe aplicar la vacuna contra la brucelosis. En este caso se debe colocar una V en el cachete con un hierro para así indicar que se vacunó y poder diferenciar en pruebas futuras los anticuerpos vacunales de anticuerpos por infección.

Esta marcación juega un papel muy importante el manejo animal, pues las normas de manejo y bienestar que se tengan y las instalaciones adecuadas reducirán de manera importante el estrés de los animales, mejorando la respuesta a los tratamientos del plan sanitario.

Otros aspectos

Un plan sanitario no se ocupa exclusivamente de las vacunaciones necesarias o de los protocolos de desparasitación sino que revisa y ajusta temas nutricionales y de manejo que afectan la salud de los terneros.

El control de parásitos es otro tema clave en la salud de las crías, los parásitos son huéspedes frecuentes en los bovinos, el grado de infestación es lo que se debe controlar de manera permanente. A partir del primer mes de nacidos puede ser necesario iniciar las desparasitaciones siendo siempre muy cuidadosos en la selección de la base farmacológica utilizada y de la dosis según el peso de cada animal.

Es vital que se haga un control de moscas y garrapatas y que se tenga una observación permanente de cada animal. Las desparasitaciones y los baños, teniendo las dosis adecuadas deben ser realizadas según los ciclos de los parásitos, el grado en la finca y de manera rutinaria a todos los animales.

Tomado de: https://www.contextoganadero.com/