Principales retos de la industria frutícola mundial


A raíz de la pandemia del coronavirus, la industria frutícola mundial se ha visto en dificultades debido al alza en los costos de producción, los problemas en la logística de transporte y la evolución en el consumo de frutas, el cual en un principio había sido favorecido con la tendencia en el consumo de alimentos más saludables, pero que después descendería notablemente.

Incremento en costos

Globalmente, la industria agrícola presentó un incremento de 20-30% en los precios de insumos y logística; además, con respecto a la energía, los precios del gas y de la electricidad aumentaron a niveles nunca vistos, de la mano con una inflación mayor a lo habitual en muchos países.

Este aumento afectó a toda la cadena de suministro, provocando un alza en los precios al consumidor, quien de manera general no ha visto un incremento significativo en su poder adquisitivo en los últimos años.

Problemas logísticos

Recientemente, el transporte de la fruta desde las zonas de producción hacia los puertos se ha complicado, principalmente en los países del hemisferio sur; lo que se debe a la falta de contenedores y al retraso en las cargas y descargas.

A las complicaciones de la pandemia se sumaron las del conflicto entre Rusia y Ucrania, pues estas han originado diversos cambios y redireccionamiento en los envíos de productos, provocando aún mayores retrasos.

Estos retrasos en los envíos a su vez retrasan la planificación de ventas, promoción y distribución de las frutas, lo que para el caso de los productos perecederos representa un deterioro en su calidad.

Evolución en el consumo

Otro aspecto preocupante es la evolución del consumo de productos, en especial el de las frutas, el cual tuvo un incremento a inicios de la pandemia; sin embargo, a medida que la pandemia se alargó, el consumo regresó a los niveles prepandemia e incluso empezó a descender más allá de ellos, dado que el consumidor está organizando mejor sus compras, adquiriendo solo aquello que va a consumir, lo que se ha traducido en menos ventas.

Conflicto Ucrania-Rusia

El estallido de la guerra a finales de febrero de 2022 alteró no solo la relación comercial entre ambos países, sino también a la economía global. Rusia es uno de los grandes importadores de fruta fresca y muchos de sus proveedores redujeron sus envíos hacia el país o incluso los detuvieron por completo.

Tal fue el caso de Argentina, quien suele proveer a Rusia con el 40% de sus mandarinas y uvas, el 20% de sus peras y limones y el 10% de sus manzanas. Ahora Argentina tiene sus envíos acotados y el pago por sus productos posee cierta incertidumbre.

Fuente: Portal frutícola
Editado por: Croper