Un viejo dicho en la ganadería dice que "la salud de las vacas comienza por las patas". Eso se debe a que los problemas de movilidad para el ganado son cojeras, unas afecciones que pueden ser provocadas por diversas razones, desde malformaciones en las extremidades hasta desequilibrios nutricionales.

Estos problemas afectan significativamente a los animales y tienen consecuencias directas en la producción ganadera.

Las cojeras en el ganado bovino pueden originarse por malformaciones congénitas o desarrollarse debido a problemas nutricionales y desbalances minerales. La irregularidad en el crecimiento de las pezuñas puede generar dolores y dificultades en la movilidad, si no se controla adecuadamente la nutrición y no se realiza un cuidado regular de las pezuñas, que incluya limpieza y corte.

"Otra causa común de problemas de movilidad en los bovinos son las infecciones interdigitales, que suelen presentarse con mayor frecuencia durante las épocas de invierno y la acumulación de barro. Esta condición, conocida como sabañón, provoca inflamación en las pezuñas, generando dolor y limitando la movilidad de los animales", explicó Ricardo Arenas, encargado de cadenas, asistencia técnica y extensión en Fedegan.

Dado que los bovinos son animales pesados, sus pezuñas, que son pequeñas, tienen que soportar el peso del animal, por lo que es crucial mantenerlas en buen estado, especialmente en los animales destinados a la producción de leche, que deben caminar más en busca de alimento y se dirigen al ordeño dos veces al día en establos fijos.

Prevenir los problemas de movilidad en bovinos requiere tomar ciertas medidas. En primer lugar, es fundamental proporcionar una nutrición adecuada a los animales.

"Además, los caminos por los que los animales se desplazan hacia el área de ordeño deben estar en buenas condiciones. Realizar podología regular en los animales destinados a la producción de leche es esencial, lo que implica revisar y cortar las pezuñas cuando sea necesario y solucionar cualquier problema que pueda surgir", comentó el experto.

En casos de invierno o situaciones en las que haya encharcamientos considerables, se puede utilizar un dispositivo llamado pediluvio. Estos tanques, ubicados en la entrada de los establos o áreas de ordeño, permiten que los animales pasen por una solución de formalina a 2%, la cual cubre las pezuñas y las protege de posibles infecciones.

"Los problemas de movilidad tienen un impacto significativo en la producción ganadera, un animal cojo o con inflamación en las pezuñas experimenta dolor y estrés, lo que resulta en una reducción en la producción de carne y leche. Además, la movilidad limitada dificulta que el animal se alimente adecuadamente, lo que tiene un impacto directo en la producción", agregó.

La detección temprana de problemas de movilidad es fundamental para evitar complicaciones mayores. Los animales, tanto en reposo como en movimiento, deben ser revisados diariamente.

Se deben observar signos como dificultad para caminar, cojeras o cualquier indicio de dolor. Esto puede ser realizado por personal capacitado, como un vaquero o un mayordomo experimentado, quien debe estar presente.

Tomado de: Agronegocios