El consumo de cultivos no cosechados, como rastrojos o soya, puede representar un riesgo significativo para la salud y bienestar de los bovinos, llegando incluso a tener consecuencias mortales. No obstante, es posible encontrar alternativas que permitan aprovechar de manera segura estos recursos, minimizando y eliminando por completo su impacto negativo en la ganadería.

Los rastrojos o soya no cosechada no solo pueden provocar una disminución en la producción de carne o leche, sino que pueden alterar los índices de calidad. Por ello, es fundamental tener en cuenta alternativas viables que permitan hacer uso de ello, sin que eso implique una alteración en sus organismos.

El alto consimo de soya cruda por parte de los bovinos hace que gran parte de los compuestos químicos presentes, que se denomina factor “antitripsina”, afecten la digestibilidad de determinadas proteínas como la tripsina y la quimiotripsina.

Con el fin de lograr una adecuada adaptación al consumo de esta leguminosa en su estado crudo, se debe tener en cuenta hacer un excelente acostumbramiento a las bacterias para que los animales puedan tolerar los altos índices de grasa presentes.

Por ello, se recomienda controlar los pastoreos de estos rastrojos o soya sin cosechar, por lo menos una hora al día, mientras los animales se acostumbran a digerirlo. Además de no dejar a los ejemplares en lotes abiertos sin algún tipo de control.

Tomado de: https://www.agronegocios.co/