Según un estudio reciente de la Unidad de Planificación Rural (Upra), el 70% de la producción de alimentos en Colombia es aportada por la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria (ACFC). Este grupo de la población se encuentra principalmente dentro de la frontera agrícola, ocupando el 49,28% del área total, es decir, 18 millones de hectáreas de las 36,6 millones disponibles.

Este estudio ofrece un análisis detallado y herramientas para comprender y reforzar el papel fundamental de este modelo agrícola. Se destaca que este grupo campesino no solo genera gran parte de la producción de alimentos, sino que también deja para el autoconsumo y subsistencia familiar un porcentaje de los mismos. Por lo tanto, es necesario reconocer que “sus economías propias” generan riqueza, crean empleo y promueven el desarrollo rural.

El estudio también identificó al menos 55 sujetos agrobioculturales, lo que indica que las políticas públicas deben diseñarse desde los territorios y con las organizaciones y comunidades como protagonistas. Reconocer esta diversidad en los medios de vida campesinos, étnicos, familiares y comunitarios no solo contribuye con su acervo cultural y el fortalecimiento de los procesos agroalimentarios, sino que también son fundamentales para encontrar soluciones frente a retos como el cambio climático, la protección de la biodiversidad, el desarrollo local y la conservación del patrimonio biocultural de la nación.

Finalmente, la Upra propone un cambio en el enfoque de políticas públicas, en el que no solo basta con la “inclusión”, donde el campesinado sea un invitado más a los escenarios decisorios, sino que sus organizaciones, sistemas productivos y sus propuestas de desarrollo pasen a ser el centro de esas políticas.

La Importancia de la Agricultura Campesina, Familiar y Comunitaria

La ACFC juega un papel crucial en la producción de alimentos en Colombia. A pesar de las dificultades y desafíos que enfrentan, estos agricultores han demostrado una resiliencia notable y continúan proporcionando la mayoría de los alimentos que consumimos.

Además de su contribución a la seguridad alimentaria, la ACFC también juega un papel importante en la conservación de la biodiversidad. Muchos agricultores campesinos, familiares y comunitarios practican formas de agricultura que son respetuosas con el medio ambiente y que ayudan a preservar la biodiversidad.

Políticas Públicas y la ACFC

El estudio de la Upra destaca la necesidad de políticas públicas que reconozcan y apoyen a la ACFC. Estas políticas deben diseñarse desde los territorios y con las organizaciones y comunidades como protagonistas.

Esto significa que las políticas deben ser inclusivas y centrarse en las necesidades y prioridades de los agricultores campesinos, familiares y comunitarios. Además, estas políticas deben reconocer y valorar la diversidad de los medios de vida campesinos, étnicos, familiares y comunitarios.

En conclusión, el estudio de la Upra ofrece una visión detallada de quiénes proveen los alimentos en Colombia y destaca la importancia de la ACFC en la producción de alimentos y la conservación de la biodiversidad. También subraya la necesidad de políticas públicas que reconozcan y apoyen a la ACFC.

Tomado de: Portaforlio.co

Editado por: Croper