Cuando consideramos la producción de alimentos en el presente y en el futuro, es evidente que la tecnología y la innovación son pilares ineludibles para lograr una agricultura productiva. Estos elementos no solo garantizan la seguridad alimentaria, sino que también respaldan la sostenibilidad de esta actividad. La implementación de tecnologías es fundamental para enfrentar los desafíos climáticos, incrementar la productividad, reducir las emisiones y minimizar el uso de insumos, creando así sistemas agrícolas resilientes.

La agricultura de precisión, aprovechando tecnologías como drones, satélites y sistemas de monitoreo, proporciona a los agricultores información detallada sobre sus cultivos, incluyendo datos sobre la humedad del suelo, la calidad del aire y la salud de las plantas. Simultáneamente, el mejoramiento genético de plantas, a través de técnicas como selección y modificación genética, conduce al desarrollo de variedades de cultivos más resistentes a enfermedades, plagas y condiciones climáticas adversas. Esto, a su vez, conlleva un incremento de la productividad agrícola y la reducción del uso de pesticidas.

La biotecnología está transformando la agricultura al agilizar el desarrollo de nuevas variedades, reducir costos y ofrecer alternativas más respetuosas con el medio ambiente, como los biofertilizantes y biopesticidas. La investigación de fitosanitarios efectivos es esencial para mitigar los riesgos de plagas y enfermedades en las plantas, así como para controlar las malezas sin perjudicar la calidad del suelo y del agua. Esto juega un papel fundamental en la preservación de la inocuidad y calidad de los alimentos obtenidos de la agricultura.

Tomado de: https://www.portalfruticola.com/