La probabilidad de que llegué un fenómeno de El Niño para este segundo semestre del 2023 es de más del 85%. Los cultivos a los que les pegaría más fuerte son los de arroz, café, banano, cítricos, frutas, hortalizas, aguacate; así como el ganado.

Después de 3 años consecutivos de lluvias, las probabilidades de la llegada del Fenómeno del Niño durante el cuarto trimestre de este año se elevaron al 85%, según The Columbia Climate School’s.

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica ya alertó sobre que, si bien la probabilidad de que se registre este fenómeno climático durante abril y junio es baja, esta aumentará gradualmente a 49% en mayo y julio, y luego se convertirá en la categoría dominante a partir de junio y agosto.

Ahora, uno de los asuntos que más preocupa es que esa época de sequía no solo traerá altas temperaturas, incendios forestales y sequías, sino que también afectaría fuertemente la producción de alimentos, pues, entre otras cosas, la falta de agua y las altas temperaturas suelen desencadenar plagas y enfermedades en los cultivos.

De acuerdo con la Asociación Hortofrutícola de Colombia cuando se presentó en el país una de las temperaturas más altas, los cultivos más afectados fueron los de arroz, café, cítricos, frutas como banano y mora, hortalizas, aguacate; así como el ganado.

¿Cómo prepararse?

Para Álvaro Palacio Peláez, gerente general de Asohofrucol, los fenómenos climáticos como el Niño y la Niña recuerdan que ya no se pueden controlar muchas variables en la labor agrícola.

“En un abrir y cerrar de ojos podemos pasar de proyectar una cosecha abundante a perderlo todo, en parte, porque aún falta mucho trabajo en adquirir hábitos como revisar la vocación de los terrenos, programar siembras, elegir las mejores variedades para cultivar, realizar correctamente las labores del cultivo y administrar la finca como una empresa”, expresó Peláez a través de la revista del gremio.

Adicional, indicó que el panorama actual obliga a evolucionar, a incluir un mayor componente de innovación y prácticas eficientes de gestión en las explotaciones agrícolas. En este sentido, entre las recomendaciones está emplear protocolos que suplan la falta de agua y ayuden a mitigar el impacto de la sequía en las zonas más afectadas.

Para enfrentar el fenómeno del Niño, el Banco Mundial también ha hecho algunas recomendaciones. Entre ellas está romper con algunas tradiciones y mirar hacia aquellos cultivos que requieren poca agua.

“Si bien es necesario tener ciertas condiciones del suelo y agua, lo ideal es tener agricultores preparados y capacitados técnicamente para trabajar con cultivos alternativos más acordes con las condiciones climáticas”, señaló el organismo.

Otra de los consejos es reforestar las partes altas de las cuencas y tecnificar el riego para ayudar a optimizar el aprovechamiento del agua.

“Cuidar del agua y racionar las cantidades que son usadas en nuestras actividades diarias permitirá que haya más recursos disponibles para otras actividades. Se debe pensar como comunidad y no individualmente. Lo mismo sucede con el uso de la energía”, añadió el organismo internacional.

Los seguros para el agro

En Colombia existe un seguro agropecuario que, de acuerdo con Fasecolda, protege el patrimonio del productor frente a riesgos como sequías, heladas, inundaciones, deslizamiento, plagas o enfermedades, entre otros.

Para garantizar que, ante estos eventos, el productor pueda reponerse de los daños sufridos, recuperando parte de su inversión o de la ganancia esperada para que continúe o vuelva a empezar su ciclo de producción.

En 2022, según cifras del gremio, la profundización de esta cobertura, medida por la relación de hectáreas aseguradas y sembradas, fue de 3,5% aproximadamente.

“Esto indica que alrededor de 165.000 hectáreas de cultivos estuvieron protegidas durante 2022, así como más de 3.572 toneladas de pescado, 48.858 animales pecuarios y 489.500 aves. De 5.000 productores beneficiados anualmente entre 2016 y 2019, se pasó a 29.000 en 2020 y 26.000 en 2022, de los cuales el 97% son pequeños”, explicó el gremio.

Y añadió que, a pesar de no tener completamente consolidadas las cifras, a la fecha se conoce que para 2022 las compañías de seguros pagaron más de $57.000 millones a productores agropecuarios que vieron afectada sus inversiones o proyectos productivos en Colombia.

Tomado de El Colombiano
Editado por: Croper