El empleo de medicina regenerativa en la atención de una variedad de condiciones en caballos ha experimentado un notable aumento en popularidad en tiempos recientes. A medida que avanzamos en el ámbito tecnológico, emergen diversas alternativas que brindan soluciones eficaces para abordar diversas enfermedades. Entre estas alternativas, destaca la aplicación de células madre en equinos, conocida por su capacidad de regenerar y reparar tejidos dañados.

La terapia de células madre consiste en usar un tipo de célula especial que, usualmente, se toma de la médula ósea de algunos huesos o del tejido adiposo, con el fin de tratar diversas afecciones tanto en la medicina humana como en la veterinaria.

Estas células pueden ser tomadas del propio caballo y ser cultivadas en el laboratorio, a lo que se denomina autologas o heterologas respectivamente.

Las lesiones de equinos en competiciones suelen generar, además de un desgaste en la calidad de vida del caballo, altos costes para el dueño. El uso de estas células minimiza sustancialmente estos riesgos, aportándole al animal una solución óptima frente a la posibilidad de tratar cualquier enfermedad degenerativa articular.

Para Diego Cárdenas Rojas, médico veterinario, magister en medicina de equinos y entrenador certificado Equarter, este tipo de células tiene la capacidad especial de diferenciarse de células de cualquier tejido u órgano del cuerpo.

“Estas células son inyectadas, guiadas por ultrasonografía, directamente en la lesión de tejidos blandos, como ligamentos y tendones, pero también hay reportes de su uso intrarticular, vía venosa sistémica y vía venosa en perfusiones regionales”, destacó Cárdenas.

Aunque su uso es muy amplio en otras áreas de la medicina veterinaria, el objetivo de emplear esta terapia celular es básicamente regenerar o reparar los tejidos lesionados de una manera fisiológica, con tejido acorde a la naturaleza del mismo.

Esta alternativa evitará al máximo la formación de tejido cicatrizal, además de aminorar los tiempos de convalecencia y posterior recuperación de las lesiones músculo esqueléticas, previniendo la reincidencia en la lesión inicial.

Esta terapia ofrece beneficios que abarcan la salud y el rendimiento del caballo, así como la reducción de costos derivados de lesiones recurrentes, períodos de recuperación y falta de actividad. Representa una solución a largo plazo tanto para el bienestar del animal como para el dueño.

Tomado de: https://www.agronegocios.co/