Los bovinos no solo pastorean en los potreros, sino que también ramonean para consumir las hojas y las puntas más tiernas que se encuentran en las ramas de los árboles.

Es fundamental tener en cuenta que alrededor del 50% de los costos establecidos para producir un litro de leche corresponden a la alimentación, por lo que considerar sembrar las pasturas es de suma importancia para la empresa ganadera; para esto es necesario diseñar y realizar un manejo agronómico adecuado, pues así un animal tenga la mejor genética en el ganado, si no se alimenta correctamente, no rendirá como se espera.

En cualquier sistema de explotación pecuaria se trabaja con seres vivos  que interactúan con el ambiente. Las propiedades tanto físicas  como químicas del suelo, y en particular su fertilidad, afectan directamente el crecimiento, la calidad y persistencia de los pasturas.

Las plantas presentan relación directa con el suelo ya que factores como la altitud, capacidad de retención agua, PH, % de saturación de aluminio, el tipo de drenaje y la porosidad determinan que tipo de pasto es el más apropiado para ser establecido. Dentro de las propiedades químicas influyen el contenido de materia orgánica  y contenido de nutrientes.

Cómo se debe sembrar una pastura y cómo debe ser su manejo

El principal objetivo en el manejo de los pastos es poder mantener altos niveles producción en términos de forraje por hectárea y de producción de carne y leche por hectárea al año, sin que se llegue a tener un deterioro de la población vegetal y del suelo.

Para establecer y tener un buen manejo de los pastos y los forrajes, con el fin de poder suministrar a los animales alimento abundante y de buena calidad, se debe considerar:

  1. Realizar un análisis del suelo del sitio donde se va a sembrar la semilla del pasto y así poder determinar si existen o no necesidades de nutrientes. Las gramíneas son muy exigentes en minerales especialmente en fósforo  y nitrógeno  y las leguminosas exigen calcio y fósforo.

2. Se debe realizar una adecuada Preparación del suelo y que este tenga un buen sistema de drenaje.

3. Con base a los resultados que arroje el análisis de suelo, se debe aplicar los correctivos al momento de la siembra.

4. Se deberá sembrar las pasturas más productivas y que más se adapten a las condiciones del suelo y el ambiente del lugar.

5. Se debe tener un conocimiento que permita diferenciar las características que existen entre los pastos de clima frío con los pastos de clima cálido.

6. Cuando se use semilla sexual para la siembra hay que asegurarse que sea de buena calidad y que este certificada. Si se usa semilla asexual (Tallos, Cepa, Estolones) esta debe venir de cultivos que estén bien fertilizados y libres de plagas y enfermedades. La semilla (sexual o asexual) establecida se debe tapar de manera superficial, ya que no germinaran  si quedan muy profundas.

Preparación del terreno para sembrar

Es de mucha importancia incrementar la permeabilidad, porosidad y prosperidad del suelo durante su preparación, ya que esto favorece la aireación,  retención y acumulación del agua, ya que el suelo y el agua son fundamentales en la agricultura y por lo tanto deben ser conservados en el tiempo.

La preparación del suelo se realiza con el fin de garantizar que la planta tenga todas las condiciones óptimas que le permitan desarrollarse y poder obtener una mayor producción forrajera.

Además dicha preparación se debe hacer de tal manera que permita reducir el problema de la erosión y degradación del suelo para lograr una mayor profundidad de laboreo que mejore la capacidad de suministro y almacenamiento de nutrientes y la conservación de la humedad del suelo.

Las semillas de las pasturas, debido a su tamaño pequeño, necesitan una cuidadosa preparación del suelo,  por esta razón la siembra se debe realizar en un suelo que esté libre de terrones y malezas.

Sistema de labranza

El manejo de una pastura, se inicia desde la siembra. El propósito de la labranza es preparar el suelo para el cultivo. Dicha preparación se hace medio de un arado, el cual penetra el suelo para voltear la tierra, arrancando las malezas, aflojando y removiendo las capas superficiales del suelo, con el objetivo de dejar un lecho con la humedad que se lo suficiente para permitir la semilla sembrada germine.

Existen varios sistemas de preparación de suelos (labranza) como son: convencional, labranza mínima, labranza reducida, labranza cero.

Labranza mínima Y labranza cero

Ambos sistemas son muy similares debido a que antes de la siembra, el suelo se labra poco o no; lo que se dice que se hace es una siembra directa. Este enfoque en países como Brasil en los últimos años se ha extendido, llegando a tener ocho millones de hectáreas y en Asia ha introducido importantes cambios tecnológicos.

Una de las principales ventajas que posee la labranza mínima es que los cultivos pueden ser sembrados una vez que el cultivo anterior sea cosechado y, por lo general, coincidiendo con el momento más cercano al óptimo de la siembra.

  • Labranza Mínima Y Labranza Cero

Ambos sistemas son muy similares debido a que antes de la siembra, el suelo se labra poco o no; lo que se dice que se hace es una siembra directa. Este enfoque en países como Brasil en los últimos años se ha extendido, llegando a tener ocho millones de hectáreas y en Asia ha introducido importantes cambios tecnológicos.

Una de las principales ventajas que posee la labranza mínima es que los cultivos pueden ser sembrados una vez que el cultivo anterior sea cosechado y, por lo general, coincidiendo con el momento más cercano al óptimo de la siembra.

Con una labranza convencional  esto no es posible ya que esta necesita más tiempo y por lo tanto, una siembra directa solo será adecuada para aquellos lugares en donde hay rotación de dos o más cultivos en el mismo campo al año.

En muchas partes del sur de Asia el rendimiento de trigo baja considerablemente a medida que la siembra se demora más allá de la fecha óptima (Hobbs et al., 1997). En pocas palabras, dicha demora en términos de productivos cuesta mucho. La labranza mínima, además de disminuir el tiempo entre dos cultivos, también es más económica que la labranza convencional.

  • Labranza Reducida

En este sistema se dejan franjas alternas de terreno que no están preparadas, que servirán como amortiguadores contra la velocidad del agua lluvia. Las franjas que si están preparadas se deben hacer en curvas de nivel.

  • Labranza Convencional

Consiste en arada y surcada, es recomendable realizar este tipo de labranza con bueyes en zonas de ladera, pues ocasionan un daño menor al suelo comparada con una labranza hecha con tractor.

Siembra del pasto

La época de siembra dependerá en primer lugar de la especie a sembrar, del tipo de suelo, humedad y temperatura, por lo que es muy recomendable realizar la siembra al inicio de las lluvias.

Es muy recomendable realizar asocio de gramíneas con leguminosas y para ello se debe considerar el tipo de suelo (si es arcilloso o arenoso), si las especies a utilizar serán para corte o pastoreo, disponibilidad de agua, temperatura, precipitación, la altitud.

  • Siembra en surco

Se puede utilizar una sembradora de hileras, para granos, equipada con accesorios para sembrar pastos. En este tipo de siembra Presenta una mayor seguridad de establecimiento por distribuir en una forma en una forma más uniforme la semilla, permite también realizar la fertilización al mismo tiempo.

  • Siembra al voleo

Se puede usar sembradoras de cereales de grano fino o volador. Pero también puede ser de forma manual,  que distribuyen directamente la semilla al voleo en la superficie y luego se tapa con una rastra de dientes, el problema de este sistema es que necesitan un mayor número de semillas debido a la perdida de plantas producidas al quedar semillas en la superficie.

Manejo de pastos

Implica realizar una serie de actividades con el objetivo de poder tener un buen rendimiento y duración de las pasturas, así poder optimizar su uso.
Las principales actividades de manejo de pastos son las siguientes:

  1. Fertilización

Durante el establecimiento de la pastura se debe fertilizar, teniendo claro que la calidad de fertilizantes a usar dependerá de la fertilidad del suelo y los resultados que arroje el análisis del suelo.

2. Resiembra

Consiste en establecer la vegetación forrajera diseminado semillas, con el objetivo de aumentar la producción de forraje, hacer control de la erosión. Se habla de resiembra ya que esta actividad por lo general se realiza en un lugar en donde anteriormente hubo una cubierta de plantas forrajeras o en lugares en donde se sembró y quedaron zonas descubiertas y sin presencia de pastura.

3. Cuando se debe resembrar

Antes de realizar esta actividad, se debe hacer una clasificación del terreno o agostadero (excelente, muy buena, buena, regular, pobre y muy pobre), en función de la cobertura vegetal que se posea.  Siendo de regular a buena cuando se tenga más del 35% de la cobertura vegetal deseada y siendo pobre o muy pobre, cuando se tenga menos del 15% de plantas deseables, se deben realizar acciones de resiembra.

Hacer un adecuado control del manejo de la carga animal, la frecuencia de pastoreo y un control de malezas pueden ser suficientes para mejorar la condición del terreno y tener una productividad sostenible.

Las resiembras son costosas e implican un alto riesgo por lo que hay que considerar realizarla como  última opción.

4. Control de malezas

Las malezas son consideras como toda planta que ocupan el espacio que necesitan los pastos o que el animal no consume y que son tóxicas para él.

Daños ocasionados por las malezas: compiten con los pastos, tóxicas para los animales, albergan plagas y enfermedades, dificultan el manejo del ganado.

La presencia de malezas se genera por: sobrepastoreo, pastos que no adaptan a la zona, deficiencia de nutrientes, cortes frecuentes.


Tomado de: infopastosyforrajes.com
Editado por: croper.com