El fenómeno de El Niño es un patrón climático que describe el calentamiento inusual de las aguas superficiales en el océano Pacífico oriental. Este fenómeno, que ocurre irregularmente en intervalos de dos a siete años, tiene un impacto significativo en los patrones climáticos, las condiciones oceánicas y las pesquerías marinas en todo el mundo.

¿Qué es El Niño?

El Niño es la “fase cálida” de un fenómeno más grande llamado Oscilación del Sur de El Niño (ENSO). La Niña, la “fase fría” de ENOS, es un patrón que describe el enfriamiento inusual de las aguas superficiales de la región. Durante un episodio de El Niño, la superficie del océano Pacífico tropical se calienta más de lo habitual, especialmente en el ecuador ya lo largo de las costas de América del Sur y Central.

Impacto en la Agricultura

Los agricultores, los pastores, los pescadores y otros pequeños productores soportan los impactos más directos e inmediatos de los choques climáticos como la sequía y las inundaciones. El Niño puede afectar los rendimientos de los cultivos y otras materias primas. Por lo tanto, es crucial proteger nuestros cultivos, incluso cuando parece que las lluvias han aliviado la sequía.

Protegiendo Nuestros Cultivos

Las intervenciones políticas pueden mitigar las pérdidas relacionadas con El Niño y La Niña. Estas incluyen la introducción de variedades de cultivos tolerantes a la sequía, la expansión de la irrigación, la restricción de las exportaciones de arroz, el almacenamiento y la distribución de granos, la expansión de la cobertura de protección social y la introducción de subsidios a la importacion de alimentos.

Las acciones anticipadas efectivas deben centrarse en prevenir el daño y la pérdida de cultivos, ganado, tierras productivas, aguas e infraestructuras para proteger los alimentos en su origen.

Conclusión

A pesar de que a veces llueva, el fenómeno de El Niño no se ha ido. Es crucial que continuemos protegiendo nuestros cultivos y adaptándonos a estos patrones climáticos cambiantes. Al hacerlo, podemos asegurar la seguridad alimentaria y proteger nuestros medios de vida.

Recuerda, el cambio climático es una realidad y fenómenos como El Niño son solo una muestra de los desafíos que enfrentamos. Es nuestro deber tomar medidas para mitigar estos efectos y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.