El Instituto Alexander von Humboldt, en su reciente informe sobre el estado de la biodiversidad en Colombia, ha hecho alusión a una antigua práctica tradicional con uno de los comportamientos del ecosistema actual. Hablan del síndrome de la “mona difícil”, un fenómeno que se está observando en la conservación ‘in situ’ (en el sitio) de la biodiversidad en el país.

¿Qué es el síndrome de la “mona difícil”?

El término “mona difícil” proviene de una antigua práctica de coleccionar láminas o “monas” de un álbum de Jet de Historia Natural. Muchos lectores comenzaron el álbum, pero pocos lo terminaron porque varias de sus láminas tenían tirajes limitados. Esta escasez llevó a que algunas terminaran convertidas en “monas difíciles”, cuya adquisición no se lograba mediante la compra o el intercambio.

Aplicación al ecosistema colombiano

En el contexto de la conservación de la biodiversidad en Colombia, el síndrome de la “mona difícil” se refiere a la situación en la que, a pesar de un aumento reciente de la extensión del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap) y una creación exponencial de áreas protegidas, se están incorporando cada vez menos nuevos ecosistemas.

De hecho, el diagnóstico para el Conpes 4050 de 2021 menciona que en el territorio continental, el Sinap aún tiene omisiones en el 16,8% de los tipos de ecosistemas. Estos ecosistemas omitidos, que corresponden a ecosistemas pequeños, irregulares, transformados y, por ende, más amenazados, son las “monas difíciles” del ecosistema colombiano.

Un nuevo paradigma para la conservación

Ante este panorama, el Instituto Alexander von Humboldt invita a pasar de la declaración de áreas amplias, alejadas de la influencia humana y con alta naturalidad, hacia un paradigma innovador y disruptivo. Este nuevo enfoque se basa en estrategias de conservación que permitan la restauración de ecosistemas originales y, con ello, su funcionalidad.

El objetivo es optimizar la representación de cada ecosistema, de manera que no solo se incluyan todos (completitud), sino que esto se haga en proporciones significativas (representatividad) para asegurar una autorregulación ecológica tanto al interior de las áreas protegidas como en los territorios circundantes.

En resumen, el síndrome de la “mona difícil” es un fenómeno que está afectando a la conservación de la biodiversidad en Colombia. Sin embargo, también presenta una oportunidad para adoptar un nuevo paradigma en la conservación, uno que se centra en la restauración de ecosistemas y la representatividad ecológica.

Tomado de: agronegocios.co

Editado por: Croper