Con el fin de prevenir la aparición de la resistencia antimicrobiana y reducir los posibles costos derivados de tratamientos fallidos, es importante conocer las prácticas de uso adecuado de los antibióticos en la producción de leche destinada al consumo humano.
Por eso la Corporación de Investigación Agropecuaria Agrosavia publicó la “Guía de uso prudente de antibióticos en la producción de leche a partir del modelo de salud de hato”, teniendo en cuenta que los antibióticos son medicamentos vitales para mantener la salud y el bienestar de la población, así como de los sistemas productivos animales y vegetales.
Frente a los retos alimentarios que afronta la población mundial, es necesario aumentar la producción de alimentos con inocuidad y calidad, en especial, aquellos que representan fuentes de proteína animal de bajo costo, como los huevos y la leche.
De acuerdo con la entidad, las buenas prácticas en el uso de medicamentos veterinarios en la producción animal impactan de manera positiva la economía de los sistemas productivos, puesto que reducen las pérdidas de animales por enfermedad y el uso de medicamentos para tratamiento y retratamiento.
Dado que las enfermedades que pueden transmitirse de los animales a los humanos suman un 60 % aproximadamente, es fundamental implementar en los predios dedicados a la producción de leche un programa de salud del hato, puesto que la aplicación de acciones preventivas reduce la utilización de tratamientos antibióticos e impulsa su uso correcto, lo cual disminuye la aparición de resistencia antimicrobiana.
Dicho programa incluye acciones de bioseguridad que reducen la posibilidad de ingreso y propagación de enfermedades al predio; acciones de prevención y control de enfermedades comunes en la región, como la vacunación y desparasitación de los animales presentes en el predio; y, el establecimiento de un plan de prevención y control de mastitis, entre otros.
La Guía (2020) presenta una serie de recomendaciones al momento de usar antibióticos veterinarios, como son las siguientes:
- No emplear medicamentos que no se encuentren aprobados para uso en bovinos en producción de leche. Por prevención, siempre se debe revisar la etiqueta antes de utilizarlos.
- Los antibióticos deben aplicarse de acuerdo con las indicaciones de tiempo y dosis descritas en el rotulado del producto y en la fórmula del veterinario. No hay que cambiarlas sin su autorización previa del médico veterinario.
Para el uso de antibióticos intramamarios tenga en cuenta los siguientes pasos:
- Ordeñe la ubre por completo y descarte esta leche en un pozo séptico.
- Limpie y desinfecte los pezones. Se recomienda usar las toallitas que traen estos antibióticos en su empaque.
- Retire el extremo de la boquilla del empaque.
- Aplique el producto suavemente dentro del pezón.
- Dé masaje al pezón y la ubre para distribuir el antibiótico de manera uniforme.
Para el uso de antibióticos inyectables realice los pasos siguientes:
- Aliste los elementos necesarios para la aplicación del antibiótico: jeringa y aguja desechable.
- Limpie muy bien el lugar de aplicación del medicamento.
- Mida con precisión la dosis que se aplicará.
- Aplique de manera firme y de acuerdo con las recomendaciones del rótulo (intramuscular, subcutánea o intradérmica).
- Utilice siempre una aguja por animal.
Después de la aplicación de un antibiótico que tenga tiempo de retiro, se debe identificar de manera diferencial los animales tratados. Esta identificación puede ser con collares o manillas de color diferente.
Es de gran importancia llevar un registro de aplicación de medicamentos veterinarios, en especial de los antibióticos. Allí se consigna, como mínimo, la fecha de aplicación, nombre del producto, registro ICA, dosis, vía de administración, identificación del animal o lote tratado, tiempo de retiro y nombre de la persona que realizó la administración.
El tiempo de retiro aparece en el rótulo de cada medicamento o en el empaque de cada producto.
Es importante cumplir con los tiempos de retiro de cada producto. La leche extraída en el tiempo de retiro se debe desechar; por ningún motivo se puede usar para alimentación humana o animal.
Las vacas que se encuentren en retiro deben ser las últimas en ser ordeñadas, para que los utensilios empleados no contaminen a las demás vacas en producción.
Es importante tener un balde o cantina exclusiva y marcada para la “leche de descarte”, para evitar mezclarla o confundirla con la leche de consumo humano o animal.
Dar leche de retiro a terneras ocasiona en estas una exposición prolongada a bajas dosis de antibiótico, lo cual genera novillas y vacas resistentes a todos los antibióticos a los que hayan sido expuestas. Esto ocasiona pérdidas de dinero en tratamientos largos, mastitis incurables y descarte de vacas jóvenes.
En caso de que se presenten eventos adversos posteriores a la administración de un antibiótico, incluyendo la falta de eficacia de un producto, es importante reportar al laboratorio que lo produce o a la oficina local del ICA más cercana.
Fuente: Contexto Ganadero
Editado por: Croper