El Proyecto de Resiliencia ante Inundaciones (Praim), implementado por la Cruz Roja Mexicana, ha entrado en una tercera fase para hacer frente a los efectos del cambio climático de alto impacto.

Fases del Proyecto

En sus primeras dos fases, el Praim logró trazar un camino dentro del trabajo comunitario y la reducción de riesgos. Para esta tercera fase, el proyecto se centrará en tres ejes:

  1. Fortalecimiento de las capacidades comunitarias ante los escenarios de riesgo de inundaciones y olas de calor.
  2. Promoción, reforzamiento y sensibilización de Sistemas de Alerta Temprana ante inundaciones y olas de calor.
  3. Creación de una estrategia climática de Cruz Roja Mexicana para la socialización y sensibilización de la población a través de sus 32 delegaciones estatales.

Colaboración y Resultados

El Praim ha sido impulsado por Alianza Zúrich y la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. En las dos primeras fases del proyecto, se logró reforzar la colaboración de estos organismos con distintos entes como el Centro Nacional de Prevención de Desastres, la Cruz Roja Americana, Soluciones Prácticas y el Instituto de Protección Civil de Tabasco.

Desde el 2013 hasta la actualidad, el programa ha impactado a más de 30.000 beneficiarios directos, mediante la capacitación para el entendimiento y la gestión de su riesgo, así como a más de 500.000 beneficiarios indirectos alcanzados por la difusión de mensajes de preparación de riesgo de inundaciones, capacitaciones, réplicas de la metodología, entre otros aspectos.

Enfoque en Riesgos de Alto Impacto

Para su tercera fase, este proyecto se enfocará en mitigar riesgos climáticos de alto impacto y alta severidad como son: Olas de calor, Incendios forestales, Ciclones tropicales e inundaciones. Esta etapa se enfocará en la creación de estrategias comunitarias para la minimización de riesgos, así como acciones de adaptación, enfocándose en los grupos vulnerables y brindando información para fortalecer capacidades en temas como el reconocimiento del riesgo, el alertamiento, así como las políticas y prácticas encaminadas a la adaptación al cambio climático.

Este proyecto es un ejemplo de cómo la cooperación internacional y las políticas nacionales pueden trabajar juntas para abordar problemas complejos y transformar vidas y comunidades

Tomado de: agronegocios.co

Editado por: Croper