El excremento de cerdos y de vacas ya no solo es un desecho, con desagradable olor y sin uso alguno; ahora es posible generar electricidad con él y de paso disminuir la contaminación generada por el estiércol, generando una practica más amigable con el medio ambiente.

Esta alternativa se plantea como una opción prometedora para mejorar la sostenibilidad de los procesos agroindustriales, con base en un estudio realizado en el municipio de Cumbal, Nariño, donde la explotación ganadera, que es su principal fuente de ingresos, genera desechos orgánicos y residuos de procesamiento de leche que se descomponen al aire libre.

A partir de análisis de laboratorio se determinó la composición fisicoquímica y microbiológica de los residuos orgánicos de ganado y aves generados en la granja La Fortuna y se planteó la necesidad de realizar el monitoreo diario de pH en el tanque de almacenamiento para asegurar el rendimiento del gas y evitar desequilibrio en el estiércol.

Este tipo de practicas ya se están desarrollando en países como Chile, en una granja de cerdos. Esta lechería puede generar hasta 4 MW de electricidad, ya que usa para su consumo propio y vende al sistema eléctrico del país. Con este tipo de practicas también se ve reducido notablemente los olores generados por el estiércol, debido a que a este se le realiza un tratamiento.

Esta planta eléctrica, genera biogás, considerado una energía renovable no convencional que se obtiene por medio del gas metano que emanan los desechos, en este caso el estiércol de cerdos y vacas.

El proceso es el mismo para los desechos de otros animales, los excrementos ingresan a un contenedor cerrado llamado biodigestor, donde con agua se activa un proceso bacterial que transforma el gas metano en biogás, el que a su vez pone en marcha un proceso que genera energía eléctrica.

La planta de Las Pampas en Chile, procesa los desechos de 50 mil cerdos y su biodigestor tiene una capacidad para 6 mil metros cúbicos.

En un estudio realizado por María Cecilia Rojas, estudiante de la Maestría de Ingeniería Ambiental de la Universidad Nacional de Manizales llamado “Aprovechamiento del estiércol bovino generado en el municipio de Cumbal, Nariño, para obtener energías renovables” se consideró llevar a cabo la generación de biogás exclusivamente con el estiércol del ganado.

En tales condiciones, el estiércol de pollo se excluyó del proceso de biodigestión, ya que la mezcla con otros materiales como el tamo de arroz puede dificultar el proceso, y además porque es un desecho que la granja comercializa.

El manejo inadecuado del estiércol de ganado en el desarrollo de actividades agropecuarias representa graves problemas sanitarios y ambientales, como proliferación de vectores, presencia de olores ofensivos y contaminación tanto de suelos como de fuentes hídricas, algunas de ellas indispensables en el abastecimiento de agua para consumo humano.

Por otra parte, el consumo de energía en zonas rurales presenta dificultades en la disponibilidad y accesibilidad. Para el caso del gas, su transporte y almacenamiento representa altos costos, y en cuanto a energía eléctrica es intermitente o nula, por lo cual la implementación de energías alternativas se plantea como una opción prometedora para el mejoramiento en la sostenibilidad de los procesos agroindustriales.

La metodología implementada permitió conocer las actividades de la granja y fue definitiva para determinar criterios de diseño como la selección del estiércol a trabajar en el diseño del biodigestor.

Se diseñó un biodigestor de flujo continuo que se carga diariamente con estiércol fresco de la granja La Fortuna, y que se emplearía en actividades como preparación de alimentos y calentamiento de agua.

“Debido a que la generación de estiércol en la granja La Fortuna es superior al dispuesto para el diseño del biodigestor, se debe revisar la posibilidad de aprovechar el material orgánico del ganado que se encuentra en potrero”, explicó la investigadora.

Además, el diseño para el aprovechamiento energético de la granja a partir del biogás se puede optimizar para uso como combustibles en motores y equipos, adecuando sistemas de compresión para biogás

Como parte del desarrollo del proyecto se aplicó una encuesta a 47 personas, 20 de ellas presidentes de asociaciones lecheras del municipio de Cumbal, con el fin de socializar la implementación de los biodigestores de bajo costo. “Todos los participantes manifestaron su interés en la implementación de un biodigestor en sus fincas”, señaló el magíster.

Usos del biogás

La encuesta arrojó que el 70 por ciento de los directores de las asociaciones considera que el uso más apropiado para el biogás sería la cocción de alimentos, un 26 % para calefacción y un 4 % para generación de energía eléctrica.

“Con base en estos resultados se pudo inferir que los pobladores de Cumbal tienen el interés y la necesidad de solucionar los problemas ocasionados por la práctica de cocinar con leña, como la deforestación y las afecciones a la salud por la exposición al humo”, concluye la investigadora.

Fuente: El Comercio
Editado por: Croper.com