La denominación "enfermedad de la línea blanca" puede resultar engañosa, ya que esta afección no se limita exclusivamente a la línea blanca, sino que también afecta otras estructuras del casco.

La enfermedad comienza generalmente con una grieta, una anormalidad en la línea blanca o un agujero causado por un clavo. Debido a la suavidad de la línea blanca, se convierte en un lugar propicio para el inicio de una infección causada por hongos, que se manifiesta rápidamente.

El veterinario Bruno Rutter señala que esta separación de la línea blanca puede dar lugar a la formación de un absceso entre la unión de la pared del casco con la suela, y este absceso puede migrar hacia la parte superior, llegando incluso hasta la banda coronaria.

La enfermedad tiene factores de riesgo como daño mecánico por superficies irregulares o laminitis subclínica. Provoca cojera, dolor, abscesos y deformación del casco en los animales afectados. Los signos clínicos incluyen elevación de los cascos, aumento de la temperatura, pulsaciones arteriales anómalas y cambios en la forma de las pezuñas. En casos graves, los cascos pueden desprenderse o rotar, requiriendo atención veterinaria urgente.

Según el portal Red Ecuestre, «la causa de la enfermedad de la línea blanca no está bien definida, ya que se presenta en diferentes climas y bajo condiciones ambientales muy distintas, se puede presentar en regiones muy húmedas o en lugares secos o semidesérticos».

Ambientes cerrados pueden propiciar la unión de hongos y bacterias, generando infecciones problemáticas en caballos y bovinos. Otros factores incluyen recortes inadecuados del casco, exceso de trabajo, higiene deficiente, grietas en la muralla del casco y una dieta inadecuada.

Según Rutter, la separación entre suela y muralla debilita la estructura local y puede desplazarse hacia la parte superior del casco, lo que expone o permite la penetración del cuerno y la dermis, facilitando infecciones.

El tratamiento implica resecar la parte infectada del casco, aplicar antisépticos y vendajes, con una limpieza profunda alrededor de la úlcera para reducir la presión en el corion. A veces se usa un taco.

La prevención se centra en la higiene, el recorte adecuado del casco y una dieta equilibrada. Las instalaciones deben ofrecer bienestar, con superficies adecuadas y sin anormalidades.

Tomado de: https://www.contextoganadero.com/