Una de las plagas que más problemas acarrea al cultivo de tomate es la araña roja. Es un pequeño acaro que se alimenta de células vegetales provocando grandes afectaciones en todo tipo de cultivos, como el tomate y otras hortalizas.

Es una especie de medio milímetro de tamaño, su color varía en función del ambiente y puede presentar una línea de colores que van de tonos verdes hasta tonos más rojizos. Su vida oscila entre 14 y 30 días, dependiendo de su sexo. La humedad relativamente baja y la temperatura calurosas son el clima ideal para que la araña roja se propague.

Su huevo es esférico, liso y brillante. Tiene un color blanquecino, oscureciéndose y tomando un tono amarillo a medida que avanza su desarrollo. Cuando se convierte en larva es esférica, en sus primeros momentos de vida son incoloras y transparentes, cambiando su color a verde claro, amarillo-marrón o verde oscuro, según su alimentación.

Tiene dos manchas oscuras, características, en el dorso del tórax y tres pares de patas. Puede además apreciarse el color rojo de sus ojos. Cuando se convierte en ninfa, posee 4 pares de patas y tiene mayor tamaño. En este estado se pueden diferenciar según las formas, cuáles ninfas darán origen a las hembras y cuales machos, siendo las hembras de mayor tamaño, más voluminosas y redondeadas.

En este estado existe un claro dimorfismo sexual. La hembra adulta posee una forma ovalada y un tamaño aproximadamente de 0.50 mm de largo y 0.30 mm de ancho. El macho presenta un tamaño bastante inferior y un cuerpo más estrecho, con el abdomen puntiagudo y las patas proporcionalmente más largas.

La coloración de la hembra es diversa, pudiendo ser amarillenta, verde, rojo-anaranjado, pero siempre con dos manchas laterales oscuras sobre el dorso del tórax. En el macho la coloración es más pálida.

En estado adulto normalmente pasa el invierno en árboles, malas hierbas, y hortícolas. En primavera reinician su ataque situándose en el envés de las hojas, donde comienzan a aparearse y realizar las primeras puestas.

Este ácaro puede aparecer durante todo el año, aunque con mayor frecuencia desde la primavera hasta el otoño, ya que su aparición y desarrollo se ve favorecido por humedades relativas bajas.

¿Cómo afecta la araña roja al cultivo del tomate?

La araña roja en tomate solo necesita entre 13 y 14 días para completar su ciclo vital huevo-adulto. Esto la convierte en una potencial plaga en cuestión de pocas horas y puede causar pérdidas de hasta el 70-80 por ciento de la producción, dependiendo de su afectación.

La araña roja del tomate puede sobrevivir tanto en cultivos extensivos como en invernaderos. Los primeros síntomas de la araña roja son sus pequeñas telarañas que tejen en el anverso y reverso de las hojas.

Se alimenta del contenido de las células vegetales, de las hojas y los frutos. Provocan unas pequeñas heridas (manchas amarillentas) visibles en la epidermis de las hojas, que reducen de forma importante la fotosíntesis que realiza la tomatera, por lo que disminuye la producción de tomates. Las heridas que provocan en las hojas las arañas rojas para alimentarse pueden ser un foco de entrada para otros tipos de plagas, como los hongos o los virus.

Los ataques suelen aparecer por focos, frecuentemente cerca de malas hierbas, especialmente de correhuelas y malvas que actúan de reservorios de la plaga. En la planta se sitúa sobre todo en hojas jóvenes de los últimos brotes, pero en caso de fuertes ataques aparece sobre todo tipo de hojas, incluso en todas las partes de la planta.

¿Cómo combatir la araña roja en los tomates?

Para evitar y combatir la araña roja del tomate es importante mantener siempre una actitud preventiva y de vigilancia en el cultivo. Unas prácticas de manejo y control de varios parámetros dificultarán la proliferación de la araña roja tomate.

·       En cultivos de invernadero, es importante controlar los dos factores que más benefician a la araña roja: la humedad baja (<50%) y las temperaturas altas (30-40ºC).

·       Revisión periódica del cultivo

·       Mantener la planta húmeda para evitar que se sequen las hojas

·       Eliminación de malas hierbas alrededor del cultivo

·       Riego recomendado según las necesidades hídricas de la variedad y la zona.

Control químico de la araña roja

Cuando el control biológico no ha sido suficiente podemos utilizar insecticidas para combatir la araña roja. Para este tipo de plaga podemos utilizar diferentes materias activas y eliminar la araña roja de varias formas

  • Aceites, azufre y acaricidas específicos de la araña roja.
  • Tratar los primeros focos para evitar que la plaga se escampe.
  • Hacer una buena aplicación para llegar al mojar todas las hojas, frutos y tallo.
  • Evitar tratamientos con insecticidas de amplio espectro para no erradicar la fauna útil.

Medidas preventivas y culturales

· En invernaderos, colocar mallas en las aberturas laterales, cenitales y puertas, y vigilar y controlar el estado de las mismas, sobre todo de las que coinciden con la dirección de los vientos dominantes

· Vigilar que no haya roturas en los plásticos.

· Eliminar las malas hierbas y restos de cultivos, ya que pueden actuar como reservorio de la plaga.

· Utilizar material vegetal sano procedente de viveros o semilleros autorizados.

· En parcelas con antecedentes de araña roja, se recomienda tratar las estructuras presentes y el suelo antes de realizar una nueva plantación.

· En invernaderos, colocar en las entradas doble puerta, o puerta y malla de igual densidad a la exterior.

· En ataques fuertes, eliminar y destruir las hojas de las zonas bajas de la planta.

Fuente:  intagri.com
Editado por: croper.com