Un reciente estudio ha rastreado las complejidades encontradas en los orígenes del cacao. Los investigadores analizaron más de 300 cerámicas precolombinas de casi 6.000 años de antigüedad en busca de restos de ADN de cacao y tres compuestos químicos relacionados con él, incluida la cafeína.

Los científicos están adentrándose en la historia temprana de la domesticación y el uso del cacao, el fruto con el que se hace el chocolate, gracias a residuos detectados en cerámicas antiguas procedentes de Sudamérica y Centroamérica. A partir de estos objetos, los investigadores rastrearon la rápida difusión del cacao por las rutas comerciales tras su domesticación inicial hace más de cinco milenios en Ecuador.

De esta forma, demostraron la dispersión del cacao por la costa noroccidental del Pacífico de Sudamérica y, posteriormente, por Centroamérica hasta que llegó a México, 1.500 años después. El árbol tropical de hoja perenne, llamado Theobroma cacao, produce grandes vainas ovaladas que contienen las semillas que hoy se tuestan y se convierten en cacao, y luego en una gran cantidad de dulces de chocolate.

Los hallazgos indican un mayor uso de productos derivados del cacao entre estas antiguas culturas de lo que se sabía hasta ahora. “Los primeros pasos de la domesticación del cacao corresponden a un proceso más complejo que el que habíamos hipotetizado anteriormente”, dijo la genetista molecular Claire Lanaud, de la unidad AGAP del Cirad, un centro francés de investigación agrícola para el desarrollo internacional, autora principal del estudio publicado en Scientific Reports.

“No conocíamos en absoluto una domesticación tan importante de los árboles de cacao en la costa del Pacífico en Sudamérica en la época precolombina, y tan temprana. La importante mezcla genética observada muestra las numerosas interacciones que pudieron producirse entre los pueblos de la Amazonia y de la costa del Pacífico”, añadió Lanaud.

Según los investigadores, la dispersión del cacao desde Ecuador hasta Mesoamérica pudo producirse a través de extensas redes político-económicas interconectadas. “En primer lugar, podemos afirmar con claridad que el origen del cacao y su domesticación ocurrieron en la Alta Amazonia y no en los trópicos de Mesoamérica de México y Centroamérica. El proceso de dispersión fue bastante rápido, a través de la interacción estrecha y a larga distancia de los pueblos amerindios”, dijo el arqueólogo y coautor del estudio, Francisco Valdez, de la unidad Paloc de la institución francesa de investigación IRD y del Museo Nacional de Historia Natural de París.

Tomado de: agronegocios.co

Editado por: Croper