Alineada con la sostenibilidad, la ganadería sostenible es aquella que no recurre a químicos ni hormonas en el tratamiento de los animales, que se preocupa por el nivel de emisiones y racionaliza el uso de los recursos naturales.

En los últimos 10 años, la importancia de la producción ganadera sostenible ha ganado en reconocimiento y atención. Es uno de los principales pilares de un sistema sostenible de producción y consumo de alimentos, junto con la nutrición optimizada, el abastecimiento responsable de materias primas primarias y la gestión eficaz de los residuos.

La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora de la gestión del agua y la conservación de los recursos naturales son algunos de los retos más importantes a los que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI. Para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción ganadera, es esencial abandonar los sistemas convencionales y adoptar prácticas más sostenibles.

¿Qué es la producción ganadera sostenible?

Los sistemas de producción ganadera sostenible están diseñados para minimizar su impacto medioambiental y maximizar el uso de recursos naturales como la tierra, el aire, el agua y la biodiversidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) define la producción ganadera sostenible como “un sistema de producción animal que satisface las necesidades nutricionales de la generación actual sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.”

Ventajas de la producción ganadera sostenible

– Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

– Los sistemas de producción ganadera sostenible se centran en aumentar la eficiencia de la conversión de nutrientes, lo que significa que se pueden producir más nutrientes con menos alimento. Esto da lugar a menos emisiones de gases de efecto invernadero.

– Aumento de la biodiversidad

– Los sistemas de producción ganadera sostenible pueden favorecer la biodiversidad porque promueven el uso de pastos, que son zonas en las que pueden vivir plantas y animales silvestres.

– Reducción de la presión sobre los recursos hídricos.

– Los sistemas de producción ganadera sostenible promueven el uso de métodos eficientes de gestión del agua, como el riego por goteo. Esto permite a los ganaderos minimizar la cantidad de agua necesaria para producir alimentos.

– Mejora de la calidad del suelo

– Los sistemas de producción ganadera sostenible están diseñados para minimizar la cantidad de nutrientes que se filtran al suelo, lo que puede ocurrir en los sistemas convencionales, donde el reciclaje de nutrientes es limitado.

Esto significa que es menos probable que el suelo se quede sin nutrientes.

Contras de la producción ganadera sostenible


– Uno de los principales retos de la producción ganadera sostenible es el hecho de que requiere mucha tierra (esto significa que puede no ser adecuada en zonas donde la tierra es limitada).

– Mayores costes de producción


– Para minimizar los impactos ambientales negativos de la producción ganadera, los sistemas sostenibles requieren mucho tiempo, trabajo, fertilizantes y energía.

Esto se traduce en unos costes de producción más elevados en comparación con los sistemas convencionales.

– Mayor riesgo de enfermedades


– Los sistemas sostenibles suelen mantener a los animales en menor número, lo que significa que las enfermedades pueden ser difíciles de contener. Esto puede repercutir en la seguridad alimentaria, así como en los ingresos y los medios de vida del ganadero.