La agricultura orgánica está tomando gran interés en los agricultores en los últimos años, esto se debe a las consecuencias que está dejando el cambio climático, el cambio en la temperatura y la alteración del equilibrio de la naturaleza.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la agricultura orgánica es “un sistema de producción que trata de utilizar al máximo los recursos de la finca, dándole énfasis a la fertilidad del suelo y la actividad biológica y al mismo tiempo, a minimizar el uso de los recursos no renovables y no utilizar fertilizantes y plaguicidas sintéticos para proteger el medio ambiente y la salud humana”, es decir, tiene como objetivo distribuir productos más sanos y libres de agentes químicos contaminantes.

Entre los insumos clasificados como peligrosos están los pesticidas industriales, insecticidas, medicamentos químicos, hormonas, especies genéticamente modificadas, potenciadores de crecimiento, aditivos, entre otros.

No obstante, hay materiales naturales que la FAO ha catalogado como nocivos para las personas o el ambiente como el arsénico. Igualmente, otros insumos de origen sintético son necesarios y no afectan la producción orgánica, por ejemplo, las feromonas de los insectos o los fertilizantes orgánicos, distribuidos por DISAN. Sin embargo, dichas excepciones y reglas varían de acuerdo a los programas de certificación existentes en cada país.

¿Cuáles son las ideas principales de la agricultura orgánica?

El propósito es entregar alimentos con un valor nutricional óptimo, disminuyendo los ingredientes que puedan ser peligrosos y contaminantes. Según la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM), la agricultura orgánica responde a cuatro premisas básicas que son su esencia, los cuales guiarán todas las etapas, desde el proceso de producción hasta el consumo:

· Salud: “debe sostener y promover la salud de suelo, planta, animal, persona y planeta como una sola e indivisible”.

· Ecología: “basada en sistemas y ciclos ecológicos vivos, trabajar con ellos, emularlos y ayudar a sostenerlos”.

· Equidad: “basada en relaciones que aseguren equidad con respecto al ambiente común y a las oportunidades de vida”.

· Precaución: “gestionar la agricultura de una manera responsable y con precaución para proteger la salud y el bienestar de las generaciones presentes y futuras y el ambiente”.

Para aplicar estos principios es fundamental evitar los insumos peligrosos, ya que los residuos de estos pueden ser venenosos y causan un impacto negativo que puede generar afectación al suelo, los cultivos, los animales e incluso a los humanos, por eso te recomendamos el portafolio con certificación orgánica de DISAN. Además, tener en cuenta las técnicas de producción que sean respetuosas del ambiente para mantener el equilibrio del ecosistema, la fertilidad del suelo y la diversidad de especies que se encuentren en la zona donde está ubicado tu cultivo.

¿Cuáles son las características de la agricultura orgánica?

De acuerdo con la FAO, los rasgos más representativos de la agricultura orgánica son:

· “un sistema de producción orientado a los procesos, más que a los productos”.

· la agricultura orgánica trae consigo cambios en los procesos de producción y comercialización.

· “los consumidores compran los productos principalmente porque perciben los beneficios que aportan a la salud, a la seguridad en los alimentos y al medio ambiente”.

Estas características son fundamentales para este tipo de agricultura, ya que si se cuida del proceso, el resultado generará productos de alta calidad, con pequeños índices de químicos; además, se aumentará en número de héctareas limpias, cuidando de la tierra con la rotación de cultivos para evitar que el suelo pierda sus nutrientes.

Para comprender más sobre agricultura orgánica y saber cuáles son los insumos que te ayudarán a cumplir con tus objetivos, contáctanos. En DISAN Agro contamos con los mejores especialistas que resolverán todas tus dudas.

Autor: equipo de Marketing y Publicidad DISAN Agro.

Fuentes: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica (IFOAM).