Un estudio desarrollado por estudiantes de la Universidad Nacional, reveló que la recuperación de los compuestos bioactivos de la uva permiten desarrollar productos alimenticios, farmacéuticos y cosméticos.

Andrés Felipe Rojas Gonzales, Ingeniero Químico de la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, miembro del Grupo de Investigación y Aprovechamiento de Residuos (GIAR), explicó que, en el área de alimentación, los desechos de las uvas podrían utilizarse como productos funcionales con poder antioxidante y fibra.

Por su alto poder nutritivo y fibra dietética, los residuos de esta fruta se utilizan en el desarrollo de alimentos funcionales, mediante la incorporación de polifenoles como conservantes naturales o como ingrediente funcional orientado al desarrollo de alimentos enriquecidos para la tercera edad.

En farmacéutica, podrían usarse como capsulas para prevenir problemas de circulación o como antiinflamatorio. Por su parte, en cosmética sería un foto protector, anti manchas solares o crema antiarrugas. La investigación demuestra que la uva y sus derivados, cuenta con propiedades nutritivas, preventivas y curativas, que la convierten de gran valor y aplicable para una variedad amplia de productos y sectores.

“La revalorización de los subproductos derivados de la uva surge de la necesidad de la industria de encontrar una alternativa viable que les brinde una segunda oportunidad a los residuos de esta fruta”, señaló Rojas González

Así mismo indico que, “en particular, la aplicación de extractos de uva en alimentos funcionales es muy amplia debido a los beneficios que aporta relacionados con la salud intestinal, la reducción de los niveles de colesterol, la protección frente a problemas cardiovasculares y el refuerzo del sistema inmunológico”, puntualiza

Es importante destacar que el procesado de esta fruta genera 20 por ciento de residuos sólidos. Según el Ministerio de Agricultura, por cada 100 kilos de uvas, se obtienen aproximadamente 25 kilos de desechos de los cuales 50 por ciento son pieles, 25, tallos y 25 por ciento semillas.

El proceso desarrollado por el grupo de investigación se llevó a cabo en cuatro fases: caracterización de la materia prima; determinación del potencial energético de productos obtenidos a partir de los residuos; evaluación del potencial bioactivo, y análisis económico-ambiental de procesos en los que los residuos se emplean para generar energía y obtener compuestos fenólicos.

De este proceso, se determinó que las semillas y cáscaras obtenidas en la producción de pulpa de uva tienen las mejores características físico-químicas para emplearlas en la producción de energía (combustión, pirolisis y gasificación), mientras que los escobajos y semillas presentan la mayor concentración de compuestos fenólicos, que actúan como antioxidante natural.

La recuperación de los compuestos bioactivos de los subproductos de la uva supone un beneficio a corto plazo para las empresas, que ahorrarían los costos de su eliminación, pero también tiene un gran potencial a mediano y largo plazo, con el desarrollo tecnológico de nuevos productos y su aplicación a una gran variedad de sectores.

Estas innovadoras soluciones representan ventajas para las empresas, como la posibilidad de ofrecer un valor añadido, diferenciarse de la competencia en el mercado con un nuevo producto y entrar en el sector de mercado de productos saludables, que cuenta con un gran potencial.


Tomado de: BBC
Editado por: Croper