En los últimos años, la región Caribe de Colombia ha destacado como un actor clave en el desarrollo del país, contribuyendo desde diversas perspectivas. De acuerdo con datos de Fedesarrollo, esta región ha mantenido un constante crecimiento, impulsado por factores como su estratégica ubicación geográfica. Este crecimiento se traduce en una contribución innegable a la consolidación del país.

Inspirada por los logros notables de esta región, Yara ha renovado su compromiso de forjar un futuro alimentario en armonía con la naturaleza. Su objetivo es continuar aportando al desarrollo social, ambiental y económico, tomando como modelo los éxitos alcanzados en la región Caribe de Colombia.

A partir de su experiencia en el sector de la nutrición de cultivos y la presencia local a través de su planta de Cartagena, desde donde producimos fertilizantes para nutrir los cultivos de 50% de los agricultores colombianos, consideran que existen cinco aspectos desde los cuales podemos aportar para que el Caribe siga siendo un impulso clave para el país y el campo colombiano.

Primero, la Promoción de la Producción Local:

Uno de los pilares fundamentales es el fomento de la producción local, con un impacto significativo en la economía al generar empleo para los habitantes locales. Además, contribuye al abastecimiento nacional, impulsando la productividad y fortaleciendo el desarrollo rural. Este enfoque también tiene un impacto positivo en el medio ambiente, ya que reduce las emisiones de carbono al minimizar las largas distancias de transporte de los productos.

Segundo, Fertilizantes Sostenibles:

Otro aspecto crucial es la promoción de fertilizantes amigables con el medio ambiente. Como sector, nos comprometemos a desarrollar y comercializar fertilizantes de bajo impacto carbono. Esto mejora el perfil ambiental de los productos agrícolas colombianos, tanto para el consumo local como la exportación, fortaleciendo la marca de Colombia como un productor sostenible de alimentos.

Tercero, Empoderamiento a través de la Transferencia de Conocimiento:

Un tercer aspecto vital es el empoderamiento a través de la transferencia de conocimiento como motor del progreso agrícola. Fomentar el desarrollo de mujeres profesionales en el sector, mediante la transferencia de conocimientos, no solo motiva a más mujeres a seguir trabajando en el campo, sino que también contribuye a la construcción de sociedades más equitativas y justas.

En una agricultura moderna, productiva y respetuosa medioambientalmente, es necesario realizar un acompañamiento a los agricultores que hacen parte de la cadena de producción de alimentos; a partir de su portafolio de agricultura digital, encuentran un aliado más en la toma de sus decisiones. Por último, aportan como sector desde la gestión social que realizan, especialmente en las áreas de influencia de nuestras operaciones. Su planta se encuentra en una posición privilegiada cercana a comunidades étnicas y de agricultores que se han visto impactados de manera positiva por las iniciativas de la organización y el Colectivo Traso.

Tomado de: https://www.larepublica.co/