La tierra de diatomeas es el material que resulta de la fosilización de algas unicelulares recubiertas de una capa de sílice. Estas algas son un mineral se llaman diatomitas, que es una roca sedimentaria formada por la acumulación de diatomeas fósiles en lagos y mares pesados.
Esta roca es fácilmente extraíble y pulverizable, y en la actualidad tiene gran número de usos en procesos industriales y de agricultura. Las diatomeas son algas unicelulares microscópicas y constituyen una porción significativa de la biomasa del planeta tierra.
Está presente en todos los hábitats donde hay agua y algunos estudios estiman que más del 20 por ciento del oxígeno del planeta está producido por estos microorganismos.
Una de las principales características de las algas diatomeas es que sus células están rodeadas por exoesqueletos duro y poroso llamado frústula, que está formado casi es su totalidad por cristales de sílice u oxido de sílice hidratado.
Al igual que todos los organismos, plantas y animales, las algas también se alimentan y en este caso lo hacen de sílice, para luego transformarlo en sílice orgánico. Las diatomitas tienen una estructura amorfa y se encuentran tierra adentro debido a su ocupación hace millones de años, cuando los lagos y mares cubrían el planeta.
Al fosilizarse, su contenido orgánico desaparece y el material inerte queda depositado, creando así los yacimientos que conocemos hoy en día. La tierra de diatomeas es de color blanco.
Usos
La tierra de diatomeas no tiene una acción insecticida por envenenamiento sino por deshidratación. La capa externa de los insectos se pierde por abrasión o absorción de los bordes afilados de los pequeños cristales de sílice que forman las diatomeas, al perder el insecto la protección contra la pérdida de agua, se produce la desecación y muere.
Esto quiere decir que la acción de la tierra de diatomeas no es química sino física, lo cual hace que, a diferencia de otros insecticidas, no cree resistencias y también ayuda a que su uso pueda extenderse a muchos ámbitos ya que a las concentraciones en las que es tóxico para los insectos es totalmente inocuo para las personas y otros mamíferos.
Estas cualidades la convierten en un producto excepcional para su uso en agricultura. Los productos formulados con tierra de diatomeas además de ser recomendados contra la lucha de plagas en cultivos están permitidos para su uso dentro y fuera de edificios y granjas, y algunos productos también se utilizan para desparasitar en animales domésticos.
Por su modo de acción el espectro de las plagas a las que la tierra de diatomeas puede hacer frente es muy amplio por lo que se puede utilizar contra todo tipo de plagas como ácaros, arañas, caracoles, moscas, mosquitos o pulgones entre otros.
Es un fertilizante rico en silicio; el silicio es el segundo elemento más abundante en la corteza terrestre y a pesar de no estar considerado como esencial es un nutriente que al aplicarlo a los cultivos aporta multitud de beneficios, como aumento a la resistencia a enfermedades, tolerancia al estrés hídrico y salino, o una menor evapotranspiración entre otros.
Se acumula en la pared celular aumentando la permeabilidad y la resistencia al ataque de los hongos e insectos, no solo por constituir una barrera física, sino también por configurar compuestos que son muy estables frente a las enzimas de los patógenos.
Ese aumento de la resistencia mecánica de los tejidos en los cereales disminuye el encamado, haciendo así que las plantas se mantengan erguidas disminuyendo la aparición de posibles organismos patagones y aumentando su exposición al sol, y por tanto, su tasa fotosintética.
A su vez el aumento de la permeabilidad de la pared celular ayuda a que la evapotranspiración sea menor favoreciendo así a la planta en periodos de alta temperatura o estrés hídrico.
Tipos de tierra de diatomeas
Hay dos tipos de tierra de diatomeas, la calcinada y la de grado alimentario (orgánica).La primera se usa principalmente para aplicaciones industriales (filtro de agua, absorción de líquidos) y la segunda tiene una gran importancia en el sector agrícola.
La tierra de Diatomeas calcinada: esta tierra resulta peligrosa para el ser humano para los animales, sobre todo si se usa de una forma prolongada y sin la seguridad oportuna.
La tierra de Diatomeas calcinada, tal y como indica su nombre, ha estado expuesta a elevadas temperaturas. El proceso de calentamiento (calcinación) convierte la sílice amorfa que rodeaba las algas en sílice cristalina.
Esto lo convierte en un material imposible de procesar por parte de los organismos vivos, de ahí su peligrosidad si se usa de forma continuada. No es recomendable utilizar la diatomea calcinada como insecticida, ya que contiene un componente, plomo, que puede resultar.
La tierra de Diatomeas de grado alimentario:
A diferencia de la calcinada, ésta no ha sufrido ningún proceso en el que se haya alterado su composición, por lo que su estructura sigue siendo amorfa, es decir, no es cristalina. Como resultado, no es perjudicial para el ser humano, las plantas o los animales.
El silicio orgánico que contiene ha sido procesado por la propia alga por lo que no tendremos problema para manejarla y usarla.
Fuente: Agropuli
Editado por: Croper.com