La poscosecha comienza desde el momento en que se corta el fruto, a partir de entonces y hasta su presentación al consumidor final, transcurre un tiempo considerable durante el cual puede sufrir daños mecánicos y fisiológicos que lo hacen susceptible al ataque de diferentes patógenos que determinarán su apariencia interna o externa.
Cualquier actividad que se realice en la plantación antes y durante el desarrollo del fruto, influirá durante el periodo poscosecha de este. Las condiciones ambientales ocurridas durante el desarrollo del mismo también determinan el comportamiento del fruto en poscosecha, por lo que debe de realizarse un cuidadoso monitoreo de las mismas.
Adicionalmente, la calidad poscosecha también es determinada por la relación variedad/portainjerto, diseño de plantación, poda, manejo fitosanitario, riego, aplicación de bioreguladores y muy importante, el manejo de una nutrición equilibrada siendo esta última muy importante para mantener árboles fuertes y viables para la producción de calidad y comportamiento poscosecha.
Uno de los principales problemas en poscosecha ocurre en frutos provenientes de árboles con trastornos nutricionales.
Los desórdenes fisiológicos más frecuentes en la pulpa del aguacate son el oscurecimiento de haces vasculares, la pulpa gris, y la mancha negra de la pulpa. La aparición de estas fisiopatías se incrementa cuando los frutos son almacenados en refrigeración usualmente en 5.5°C durante más de dos o tres semanas, como es el caso de envíos de Asia y Europa que pueden tardar más de 20 días en llegar.
La calidad del aguacate tiene una estrecha relación con sus características sensoriales. Es tanta su importancia que el sabor es el criterio de clasificación principal entre las diferentes variedades de persea americana.
En este sentido el sabor del aguacate Hass es considerado como uno de los mejores. Hay una gran variedad de aguacates por tamaño, peso y composición química, que dependen de la variedad del fruto, de las condiciones climáticas, y de las prácticas ejercidas sobre el cultivo. Aunque se han implementado tratamientos encaminados a mejorar la productividad del aguacate, debido a la importancia de la calidad del fruto estos pueden ser descartados si la calidad del mismo es alterada negativamente en cuanto a sus atributos organolépticos.
Pérdida fisiológica de peso
Un fruto maduro es la suma de los cambios bioquímicos y fisiológicos que ocurren en la etapa final de desarrollo del fruto y que producen un elemento comestible y atractivo tanto a los dispersores de semillas (animales) como a los consumidores.
Estos cambios, aunque son muy variables entre las especies, generalmente incluyen la modificación de la estructura y textura de la pared celular, su turgencia, jugosidad, la conversión de almidones a azúcares, incremento en la susceptibilidad a patógenos en la poscosecha y alteraciones en la biosíntesis de pigmentos, así como biosíntesis y degradación de compuestos responsables del sabor.
La transpiración y, en menor medida, el consumo de sustratos son la razón de la pérdida de peso en los frutos durante la maduración en poscosecha. Un fruto carnoso como el aguacate tiene un alto porcentaje de agua y al ser expuestos a una atmósfera con menos agua, los frutos pierden peso constantemente.
La velocidad y la intensidad de la pérdida de agua dependen del tipo de fruto (presencia de cutícula, lenticelas, apertura o cierre de estomas, etc.), posibles recubrimientos y las condiciones ambientales como temperatura o el gradiente de humedad a la que está expuesta, siendo habitualmente mayor en los primeros días tras la separación de la planta.
La pérdida de agua libre es una de las causas principales de deterioro, porque esto da como resultado, no solamente pérdidas cuantitativas directas (pérdida de peso), sino también pérdida de calidad relacionada con el aspecto, por pérdida de brillo y turgencia, la textura (pérdida de jugosidad) y el valor nutricional.
Varios factores precosecha, entre los que se pueden mencionar el genotipo, las condiciones climáticas, las condiciones edáficas (referentes al suelo) y las prácticas agrícolas en el manejo del cultivo, afectan la calidad de la fruta. Igualmente, la cosecha y la poscosecha pueden acelerar procesos de envejecimiento, afectando sensiblemente la calidad y limitando el período de comercialización de la fruta . El momento oportuno de cosecha es un importante factor que se relaciona con las pérdidas poscosecha .
El envejecimiento es un proceso fisiológico natural en los frutos; sin embargo los factores anteriores mencionados aumentan la velocidad de este, aunado a ello también se puede ver afectada por daños mecánicos, es decir por procesos de almacenamiento, transporte y significativamente temperaturas altas a las que pueda ser expuesta.
Fuente: Yara.es
Editado por: Croper